Roberto Bolaño Ávalos nace en Chile en 1953. Habiendo pasado allí la infancia, en su primera adolescencia viaja con sus padres a México DF. Allí se hace trotskista y realiza casi todos los estudios secundarios hasta los 17 años, edad a la que definitivamente abandona la escuela. En 1973, tras un viaje propio de los personajes de Kerouac, regresa a su país natal con el propósito de apoyar el gobierno de Salvador Allende. Luego del golpe de Estado de Pinochet se une a la resistencia. Es detenido y permanece ocho días en la cárcel. Cuando vuelve a México conoce al poeta Mario Santiago, junto a quien funda un movimiento poético de vanguardia que bautizan Infrarrealismo. Una de las revistas con las que cuenta el movimiento es Rimbaud, vuelve a casa. Se llega a editar una antología (Poetas infrarrealistas mexicanos), en la que Bolaño, por ser chileno, no se incluye. En palabras del autor, el Infrarrealismo “fue una especie de Dadá a la mexicana”. La escritora Carmen Boullosa se refiere a ellos en una entrevista a Bolaño:
"Eran el terror del mundo literario. Antes de comenzar mi primera lectura de poemas, en la Librería Gandhi, en el remoto año de 1974, me encomendé a Dios –en quien no creía por lo regular, pero a alguien tenía que pedírselo– para que por favor no fueran a aparecer los infras. [….] Me daba horror leer en público –me parecía que eso era realmente de payasos–, pero al temor de la tímida se pegaba el pánico del ridículo: los infras podían aparecer, irrumpir a media sesión y llamarme tonta (que vaya si lo era, no había conseguido armar un poema decente [….]). Ustedes estaban allí para convencer al medio literario de que no podíamos tomarnos en serio con lo que no era legítimamente serio, que en la poesía –desdiciendo el dicho chileno– de lo que se trataba era precisamente de aventarse a precipicios.”
Aunque publica algunos libros de poesía (Gorriones cogiendo altura, Reinventar el amor), Bolaño va poco a poco abandonándola en favor de la prosa (“toda la poesía, en cualquiera de sus múltiples disciplinas, estaba contenida o podía estar contenida, en una novela”, leemos en 2666). En 1977 Bolaño se marcha de México y viaja por África, Europa y llega a España. Para subsistir trabaja de lavaplatos, camarero, vigilante nocturno, basurero, descargador de barcos, vendimiador. Trabajó, explica, “en casi todos los oficios del mundo, salvo los tres o cuatro que alguien con cierto decoro se negará siempre a ejercer”. Tras unos años en Barcelona, se establece junto a Carolina López, con quien tendrá dos hijos, en Blanes, pueblo de la costa gerundense. Si bien desde 1984 comienza a publicar obras en prosa (de ese año es Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, escrita a cuatro manos con Antoni García Porta) y a ganar premios literarios en concursos de provincias, no será hasta 1996 cuando adquiere reconocimiento. Ese año presenta La literatura nazi en América al Premio Herralde de Novela, pero tiene que enviar una nota de urgencia pidiendo que no tengan en cuenta su obra por haberla contratado para su publicación la editorial Seix Barral. A pesar de todo, Jorge Herralde se muestra dispuesto a editarle su próximo libro, Estrella distante. Nace así la amistad entre Bolaño y el que será su editor hasta su temprana muerte.
En 1998 los halagos hacia el chileno se multiplican con la publicación de Los detectives salvajes, obra que lo consagra definitivamente al obtener el Premio Herralde y el Rómulo Gallegos a la mejor novela escrita en lengua española durante ese año. Algunos libros después, tras una larga enfermedad, Roberto Bolaño fallece a los cincuenta años debido a una insuficiencia hepática. Deja casi terminada una novela de más de mil páginas, 2666, que es publicada póstumamente.
Su muerte prematura, unido a los incuestionables méritos de su obra, convierten a Bolaño en un mito: es traducido a multitud de idiomas y muy leído entre los jóvenes. Su consagración en los siempre difíciles Estados Unidos es reciente. Cosas del márketing, el titular de un artículo lo presenta de esta manera: “¡Descubran al Kurt Cobain de la literatura latinoamericana!” En realidad, hay que matizar que la obra de Bolaño fue escrita años después de su juventud digamos tumultuosa y que Roberto era, ante todo, un padre de familia alejado de cualquier escándalo. Otros libros se han publicado tras su muerte: El secreto del mal, La universidad desconocida, El Tercer Reich… Y se comenta que aún quedan otras dos novelas por publicarse: Diorama y Los sinsabores del verdadero policía o Asesinos de Sonora. Hay Bolaño para rato.