Fotografía de Paul McMahon
Dicen que lo último en
perderse es la esperanza. Pero hay casos que demuestran que lo último que se
pierde es la barriga. Si nos ponemos más serios, es la educación o la cultura
lo último que se pierde (a menos que perdamos antes la cabeza). El caso es que,
con un poco de imaginación o ingenio, se podrían encontrar varias cosas que
serían lo último en perderse, y podríamos construir frases igual de taxativas y
sentenciosas que serían tan verdaderas, y a un tiempo tan cuestionables, como
la de la esperanza. A veces uno piensa que los escritores abusan, o abusamos,
del efectismo que confieren estas frases lapidarias, que a menudo desarma el
sentido común de cualquiera que se pare a discutirlas.
Sesudo me ha quedado el
párrafo…
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