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09 octubre 2010

Labia


Terminando de leer esta novela de Eloy Tizón, tratando de aventurar una frase que la definiera, leí llegando al final: “Él pensaba que era el tiempo de ensayar una novela sin tema. De vuelo lírico. Descoyuntada”. He creído encontrar en estas palabras un retrato de la novela que estaba leyendo. Así es Labia o he creído yo entender que es Labia. No hay que buscarle una trama estructurada o un gran final, porque no los hay ni se pretende que los haya.
Pero ante todo una cosa: Labia está primorosamente escrita. Uno puede, quizá, pensar durante la primera parte del libro que no nos están contando nada de mucho peso, pero lo bien escrito que está no se le puede negar al libro. Con una prosa precisa, un vocabulario rico sin resultar extravagante y un ritmo intenso sin resultar recargado, la obra va como se suele decir in crescendo, y alcanza sus momentos más brillantes en la parte final.
Construida a base de pequeños fragmentos, Labia se divide en cuatro partes. La primera se centra en la vida del protagonista cuando es niño, sus visitas a la papelería Gallardo y la leyenda caballeresca que le cuenta una de las hermanas Gallardo. En la segunda se nos detallan las clases de dibujo que recibe el mismo personaje, mientras que la tercera se centra en la historia del escultor Montesinos en París, esa ciudad “con aquella torre tan fea”. En la cuarta se retoma la historia del protagonista y Estela. Las cuatro partes están ligeramente relacionadas. Pero ya digo, lo verdaderamente deslumbrante de este libro es el dominio del lenguaje que encontramos, los notables hallazgos expresivos, su lirismo.
Recomendable para gente que esté aprendiendo a escribir.
Copio algunos fragmentos que me han llamado la atención:
“El mar. Del mar se ha escrito todo, en todos los idiomas. Si se añade un nuevo adjetivo, una palabra más, se desborda.”
“Ella me miró una vez, y yo comencé a vivir en sus ojos.”
“Amaba. Amaba desesperadamente. Sentí que me arrancaban la piel. Me pareció que por primera vez veía el mundo tal como era, alucinante, lírico, intenso. El mundo, que hasta entonces era gris, se puso a vibrar de pronto. La vida, que estaba arrodillada, se levantó de un salto gozoso. La acera estaba sembrada de criaturas fantásticas. La calle, una simple calle, me emocionó.”
“Porque las casas y los libros sirven para lo mismo: para eludir la intemperie.”
“Del libro se extraía una enseñanza moral: que el amor a la palabra conlleva amor a la vida y que los que maltratan el lenguaje y escriben de manera descuidada revelan, acaso sin saberlo, enemistad hacia la vida, incluso odio.”
"Se empieza a perder la inocencia el día en que uno se entera de que las palomas son malas."
“El tiempo no cura nada. El tiempo, precisamente, es la herida. La herida del tiempo. La sangre negra del tiempo resbala en los corredores, inunda las escaleras, encharca los pasillos, salpica a los comensales, chorrea por las solapas. Hemorragia incontenible. Hacemos como si no existiera. Disimulamos.”
“No sé dónde termina el telón y dónde comienza la obra. La distinción entre realidad y ficción, hoy, para mí, carece de fundamento.”
“El hombre, a ratos, se aburre. Cuando el hombre está aburrido es capaz de realizar las mayores proezas y las mayores infamias.”
“En el momento en que uno nace, comienzan los papeleos. Uno queda registrado. Ya no hay posibilidad de retroceder. Hay que seguir adelante, por las buenas o por las malas. Pasa el tiempo. Se van cumpliendo años, ritos. Se soplan velas. Quedan pruebas testimoniales, huellas dactilares, fotografías, siempre aparecen testigos. La policía tiene tus señas. El Estado cuenta contigo. No existe forma de huir. No puedes desentenderte. Has nacido, estás fichado, no tienes escapatoria.”

4 comentarios:

  1. Parece una bonita novela, por lo menos, los fragmentos que has puesto me han gustado. Hay veces que sin un gran tema, disfrutamos y nos recreamos con el lenguaje de una novela :)

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  2. Veo que has captado la esencia de lo que me proponía expresar con la reseña :) La verdad es que me merece un gran respeto la forma de escribir de Eloy Tizón. También tiene un libro de cuentos muy poético, "Velocidad de los jardines". Saludos.

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  3. Hola Jesús! Es que veo que comentaste en la última entrada, pero igual no has visto que en la anterior de mi blog hay un sorteo de un libro. No te animas a participar???

    PD: perdón porque no tiene relación alguna con el libro de tu post.

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  4. Nada, Isi, no te disculpes, me gusta que me lo recuerdes. La verdad es que no me atreví a participar porque tengo asociado el nombre de Elisabeth Kostova a best-seller y no me atrae mucho. Igual son prejuicios míos, recuerdo eso sí tu entrada sobre "La historiadora".

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