Páginas

28 mayo 2011

La nana


Aún reciente el buen sabor de boca que ha dejado en el festival de cine de Cannes la cinta Bonsái, traigo por aquí otra pequeña película chilena, La nana (2009), bastante premiada en festivales: consiguió el premio del Jurado en Sundance 2009 a la mejor película extranjera y estuvo nominada a los Globos de Oro y a los Independent Spirit. En el festival de cine Iberoamericano de Huelva se llevó el Colón de Oro y el premio a la mejor actriz y al mejor director. Sin embargo, a pesar de este éxito, no fue elegida para representar a Chile en los Oscar.

Rodada en quince días, La nana cuenta la historia de Raquel, una criada que trabaja en una casa perteneciente a una familia de clase alta chilena. La acción comienza cuando la señora de la casa toma la decisión de contratar otra criada para que ayude a Raquel en sus tareas. Ella no ve bien la idea, y cuando llega comienza a hacerle la vida imposible a la nueva, hasta que se tiene que ir. Lo mismo ocurre con la segunda, hasta que llega Luci. Hay que decir que Raquel es una persona bastante introvertida, huraña hasta resultar hostil. La película retrata el cambio que se produce en su carácter: Luci consigue transformarla hasta que al final de la película se puede decir que es otra persona. Es destacable la -premiada- interpretación de Catalina Saavedra, que hace creíble a un personaje inicialmente muy hosco que luego se va abriendo, para sorpresa del espectador.

Aunque no sé si atreverme a compararlas, creo que esta película está en la onda de otras cintas modestas, como la uruguaya Whisky o la argentina Historias mínimas. Al principio se me hizo un poco lenta, pero desde que aparece Luci la película toma unos derroteros que la convierten en una cinta muy interesante para mi gusto. Una de esas películas cuyo encanto es inversamente proporcional a su presupuesto.

Puede que también te interese:

-Vías cruzadas, de Thomas McCarthy.

27 mayo 2011

22 mayo 2011

El extranjero



No es fácil, sobre todo cuando uno no tiene nada rompedor o simplemente interesante que decir, hablar de un clásico como es El extranjero (1942), un libro sobre el que tanto se ha escrito. Quizá lo menos insensato sea dedicar estas líneas a presentarlo a los lectores que aún no se hayan adentrado en sus páginas, pues lo que se trata a fin de cuentas es de asomarse a él y conocerlo de primera mano.

Daremos unas líneas generales de la trama. La acción transcurre en Argel. Comienza con el fallecimiento de la madre de Meursault, el protagonista, que, poco después, tras unas conversaciones con un vecino, se verá involucrado en una pelea en la que, sin un móvil aparente, acaba por asesinar con un revólver a un hombre. Se produce su detención, es encarcelado y tras asignársele un abogado de oficio comienza un juicio en el que todas las circunstancias parecen jugar en su contra. Se le demoniza, por ejemplo, por no haber llorado en el entierro de su madre.

Pero quizá lo más atractivo del libro no sea la trama o el desenlace, sino la actitud de Meursault ante lo que le ocurre. Se habla de la “filosofía del absurdo” que se extrae de la obra de Camus, relacionada con los presupuestos del existencialismo filosófico. Meursault se muestra en varios momentos o bien insensible, o bien indiferente. Cuando su jefe le propone trasladarlo a París, un cambio que debería gustar al joven que es, responde:

“Dije que sí, pero que en el fondo me daba igual. Me preguntó entonces si no me interesaba un cambio de vida. Contesté que no se cambia nunca de vida, que en cualquier caso todas valían lo mismo y que la mía aquí está lejos de disgustarme. Pareció descontento, me dijo que nunca respondía directamente, que no tenía ambición y que eso era desastroso en los negocios.”

Asimismo, Meursault parece no sentir demasiado la pérdida de su madre (en su favor hay que decir que en la cárcel sí recuerda pensamientos suyos) y, cuando Marie le pregunta si quiere casarse con ella, le responde sencillamente que le da igual. Durante el juicio, manifiesta poca preocupación ante la interpretación para él perjudicial que puedan tener sus palabras, como si no le importase recibir un castigo mayor del que merecería, y tampoco muestra arrepentimiento. No se implica mucho con sus sentimientos. En su anulación casi inhumana de las pasiones recuerda a los estoicos, en cierto sentido. Escribe que la vida no merece la pena ser vivida, que su vida es absurda. Durante el proceso judicial refiere que ni siquiera puede hablar cuando quiere, pues su abogado le ha dado órdenes de hablar poco, dado que podría resultar contraproducente. Su situación en ese punto lo deja en un lugar desplazado: está al margen de todo, es un extranjero de sí mismo, interiormente un exiliado. Hay que tener en cuenta la fecha de publicación del libro: 1942. La Europa asolada por la II Guerra Mundial resulta determinante para comprender el porqué de los planteamientos de Camus.

El libro tiene pocas páginas y se lee rápido: si se dispone de cierto tiempo puede leerse incluso de una sentada. A ello ayuda que no presente problemas de vocabulario y la prosa sea sencilla y ágil, sin barrocos requiebros sintácticos.





El extranjero, de Michel Alet



Como es lógico, hay distintas reacciones ante la novela. Algunos esperan más del libro, debido a todo lo que previamente han oído hablar de él; a otros en cambio les encanta. Particularmente, al leerlo me he preguntado si conocer mejor el existencialismo me habría ayudado a entenderllo mejor. Navegando un poco, me he encontrado con esta interpretación del libro, proveniente de alguien que sí parece conocer esta filosofía. La dejo aquí por si a alguien más puesto que yo le parece que tiene o no cierto sentido:


"En la primera parte, bueno al menos asi [sic] lo propongo yo, se describe a Meursault como un personaje apatico [sic], indiferente de la vida, como desconectado del mundo, este obrar de Meursault es lo que Camus establece como la “sensibilidad absurda” (El mito de Sisifo [sic]), es la “vida inautentica [sic]” al decir de Heidegger (Sein und Zeit) en donde las personas viven para ocultar su verdadero ser, que es, ni mas [sic] ni menos que el hombre “es-un-ser-para-la-muerte”.
Explicandolo [sic] de otro modo, estamos destinados a morir, pero esta realidad, el camino hacia la muerte o sea la nada, nos genera una angustia gigantesca que tratamos de todos modos de evadirnos de ella. Es por ello que Meursault tiene este comportamiento indiferente, no esta enterado, en esta primera parte, de su verdadero ser, tiene una vida inautentica [sic], es un verdadero extranjero de su propio ser. Meursault, no se pregunta por que [sic] vivir, solo vive y con esta actitud frente a la vida se evade de su propio ser.
Esta [sic] preso de la vida inautentica [sic].
La segunda parte seria [sic] una especie de salto hacia el “ser autentico [sic]”, es la liberacion [sic], es el reencuentro con su ser, este punto es central en la obra, Meursault se topa con la primera certeza en su vida, que va ha [sic] morir ejecutado, despues [sic] de un juicio, por haber dado muerte a un hombre, cuando toma al sacerdote por el cuello, si mal no recuerdo, se produce una rebelion [sic] en el [sic], descubre su ser, su verdadero y autentico [sic] ser, sabe que es un hombre destinado a la muerte (Meursault, el nombre del protagonista, es un juego de palabras en frances [sic], que significa justamente salto a la muerte) y la aceptacion [sic] de ella lo hace libre, y es por primera ves [sic] en su vida un hombre libre y dueño de su vida, es tan libre que ni siquiera el temor a morir ejecutado lo amedrenta, es mas [sic] bien su salvacion [sic], su verdadera liberacion [sic] de aquella vida indiferente hacia las cosas y evasiva de si [sic] mismo, a partir de ahora Meursault se hace dueño de su vida, recobra su humanidad, aunque ya no le quede mas tiempo en este mundo."



Cartel de la película de Visconti

Puede que también te interese:

Un hombre que duerme, de Georges Perec.

Esperando a Godot, de Samuel Beckett.

16 mayo 2011

Libros nuevos V


Siguiendo la costumbre, comparto aquí las nuevas adquisiciones:
-La fórmula preferida del profesor, de Yoko Ogawa. Un libro que no conocía hasta que oí hablar bien de él en un par de blogs: Espacios en blanco... y Leer sin prisa (ambos en la barra lateral de esta página). Sinopsis del libro aquí.
-Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez. Lo he leído ya, y la verdad es que me parece muy buen libro, me ha reconciliado con García Márquez después de El amor en los tiempos del cólera, que no es mi preferido del colombiano.
-Nadie encendía las lámparas, de Felisberto Hernández. Un autor que había oído citar a otros escritores y que tengo curiosidad por leer.
-Las desventuras del joven Werther, de Goethe. Un clásico, qué decir.



-El vano ayer, de Isaac Rosa. Una novela que dio bastante que hablar cuando se publicó hace unos años y puso a Isaac Rosa en la primera plana de la literatura española actual. Recibió el Premio Rómulo Gallegos, que también ganaron, por poner dos ejemplos, Los detectives salvajes y Mañana en la batalla piensa en mí.

Que tengáis todos una buena semana.

14 mayo 2011

Russian Red-Fuerteventura


Título del álbum: Fuerteventura

Artista: Russian Red

Año de publicación: 2011

País: España

Género: Acústica/Folk

Títulos del disco: 01 Everyday Everynight, 02 The Sun The Trees, 03 I Hate You But I Love You, 04 Braver Soldier, 05 Fuerteventura, 06 The Memory Is Cruel, 07 Tarantino, 08 My Love Is Gone, 09 January 14th, 10 Nick Drake, 11 A Hat.

Duración: unos 35 minutos.



03 mayo 2011

Dos mujeres en Praga



Hace un tiempo leí, no recuerdo dónde, que un porcentaje considerable de las novelas españolas contemporáneas tenían como ingrediente principal la muerte de alguien o estaban ambientadas en la Guerra Civil. Esta novela de Juan José Millás pertenece al tanto por ciento restante.

“Una mañana te levantas y te das cuenta de que ya es tarde para todo”, leemos en una de sus páginas. La narración se centra en los personajes de Luz Acaso y Álvaro Abril. Álvaro da o imparte cursos en un taller de escritura que ahora ofrece un nuevo servicio: la escritura de biografías por encargo. La enigmática Luz contrata sus servicios para que Álvaro escriba su biografía, una biografía que, como la de todos nosotros, comprenderemos luego, está llena de verdades y mentiras, de lo que fuimos pero también de lo que sólo nos atrevimos a imaginar y acabó por no ocurrir. A la salida del taller, Luz conoce a María José, que lleva un parche en el ojo derecho porque quiere escribir una novela “zurda”, y para ello tendrá primero que comprobar cómo se ve el mundo desde esa perspectiva.

El narrador cuenta la historia en primera persona, aunque eso se descubre andando las páginas, al principio parece que todo esté narrado en tercera. Este cuarto personaje, el narrador, se está documentando para escribir un libro sobre la adopción. Como conoce a Álvaro Abril, su historia se va enlazando con la de Álvaro y Luz.

La novela está escrita en un estilo sencillo, coloquial, con una cercanía a la oralidad muy trabajada. En Dos mujeres en Praga Millás viene a mostrarnos que nuestras vidas constituyen una amalgama constituida por realidad y ficción, nos avisa de la importancia que tienen las cosas que imaginamos y no llegaron a ser. Esa vida no vivida tiene casi tanto peso como la real:

“Pensé entonces que cada uno de nosotros lleva dentro un “lo que no”, es decir, algo que no le ha sucedido y que sin embargo tiene más peso en su vida que “lo que sí”, que lo que le ha ocurrido. (…) Muchas de las madres que habían entregado a sus bebés a una madre falsa habían tenido después una vida feliz (…) pero el hijo más importante de todos era “el que no”. Todo el mundo tiene una herida por la que supura un “lo que no”, que ningún “lo que sí”, por extraordinario que sea, logra suturar.”

Millás consigue tejer historias cotidianas capaces de atrapar al lector. El tema de la paternidad está muy presente en la novela, así como la mezcla entre realidad y ficción. Me llamó la atención una frase: “No le parecía creíble en la ficción, y sin embargo le acababa de suceder en la realidad”. Y es que a veces, no sé si a vosotros os ha pasado, oímos o leemos una noticia o nos ocurre algo tan sorprendente que, de ser inventado, nadie creería. Por lo demás, Dos mujeres en Praga mereció el Premio Primavera de Novela el año 2002.

02 mayo 2011

Justicia

A veces uno piensa, atendiendo a la vehemencia con que lo hacen, que quienes piden que se haga justicia, parecen en el fondo estar pidiendo algo no muy diferente a la venganza. Quizá no sea así, pero ciertamente lo parece.

Abanderando la paz con metralletas.