Se toma un revólver y se introduce una bala en el tambor de seis. El ruletista se coloca el arma en la sien y aprieta el gatillo. Si sobrevive, gana una pasta. Pone su vida en juego, pero tiene cinco posibilidades entre seis de salir vivo. Claro que, si en lugar de una bala en el revólver se colocan dos, las cosas empiezan a complicarse. Las probabilidades no dejan de reducirse si se colocan tres e incluso cuatro balas. El ruletista que protagoniza esta historia, que desde el inicio aparece rodeado de un halo mítico, puede con eso y más. La gente que se juega la vida de esta forma ya no espera mucho de la vida, son gente sin suerte, sin familia, sin amigos. Pero la mala suerte del protagonista alcanza visos de leyenda.
El cuento está narrado por un escritor anciano que conoce desde niño al famoso ruletista y comienza su relato con unas reflexiones nada desdeñables sobre el acto de escribir.
“…la literatura no es el medio adecuado para decir algo real sobre uno mismo. Junto con las primeras líneas que despliegas en la página, en esa mano que sujeta la pluma, entra, como en un guante, una mano ajena, burlona, y tu imagen, reflejada en el espejo de las páginas, se escurre en todas direcciones como si fuera azogue, de tal manera que de sus burbujas deformadas cristalizan la Araña o el Gusano o el Fauno o el Unicornio o Dios, cuando de hecho tú solo querías hablar sobre ti.”
Y más tarde: “¿Cómo puedes abandonar los arcanos del estilo? ¿Cómo, con qué instrumentos puedes exponer en una página un testimonio puro, libre de la cárcel de las convenciones artísticas? Tengo que asumirlo y tener el valor de reconocerlo: de ninguna manera.”
Magníficamente escrito, el cuento garantiza el entretenimiento y el suspense. En su parte final aparece el factor onírico característico de Cărtărescu que ya apreciábamos en Lulu, un libro posterior. El ruletista (Impedimenta, 2010) forma parte de Nostalgia, el libro de relatos con el que debutó el aclamado autor rumano, ahora profesor universitario en Bucarest y candidato al Nobel. Nostalgia fue publicado inicialmente con el título de El sueño en 1989, dos meses antes del estallido de la revolución que acabaría con la dictadura de Ceausescu. El libro no superó el control de la censura, que aplicó la tijera a sus páginas. Será en 1993 cuando Nostalgia aparecerá de forma íntegra.
Si alguien no ha leído el relato, le invito a adentrarse en él y a conocer a Cărtărescu, al que de pronto me han entrado unas ganas terribles de seguir leyendo. Casi que empiezo a pensar en releer Lulu.
Valoración: 5/5.
Para los interesados en conocer a este autor, os dejo el vídeo fruto de la reciente visita de Mircea Cărtărescu a la capital.