Páginas

08 noviembre 2014

Tenemos que hablar de Kevin


Incorrección política, cierta amoralidad, niños que todos nos arrepentiríamos de haber tenido y un notable desplazamiento de los roles tradicionales son algunos de los componentes que encontramos en Tenemos que hablar de Kevin (2003), la interesante novela de la estadounidense Lionel Shriver, que ha sido ya adaptada al cine en 2011 con la participación de Tilda Swinton, entre otros.

La novela se estructura en forma de cartas sucesivas que Eva envía a su marido, con el que ya no convive, tratando sobre diversos temas y contando la historia de su hijo Kevin, un adolescente particularmente rebelde que ha cometido, según se alude desde las primeras páginas, dejando con ganas al lector de querer saber más, un delito de cierta seriedad (no queremos desvelar demasiado del argumento). Eva, la madre, reconstruye la historia desde el principio de su matrimonio y el nacimiento de Kevin. 

Se trata de una mujer que revela una notable acidez, en ocasiones corrosiva, en su visión del mundo y manifiesta opiniones políticamente incorrectas, por ejemplo, sobre la maternidad, o sobre lo que se espera de una madre. Sarcástica y a veces también frívola, no es la típica mujer familiar y maternal del tópico, por eso hablábamos de desplazamiento de roles. Aparece también un cuestionamiento de determinados métodos escolares y educativos, del american way of life en general, y en concreto se plantea el debate de las armas de fuego en Estados Unidos.

En determinados momentos se vislumbra una amoralidad que recuerda a Del asesinato considerado como una de las bellas artes, de Thomas de Quincey, libro del que ya hablamos en este blog. Véase este fragmento:

"…en cuanto asesino, hay que reconocer que Davis era todo un caballero. Dejó una nota en su coche, en la que aseguraba a sus padres y a su antigua novia que los quería mucho. Una vez cometido el crimen, dejó caer el arma, se sentó a su lado y se tapó la cabeza con las manos. Así se estuvo hasta que llegó la policía, momento en el cual, según informaron entonces los periódicos, “se rindió sin ofrecer resistencia”."

Hay cierta ambigüedad en la postura de la madre sobre la fechoría de su hijo. A veces habla de ello como del día en que se truncó su vida, y otras llega a mostrar orgullo por que su hijo haya tenido la cabeza de llevar a buen puerto lo que planeó. Otros libros que me han venido a la cabeza en la lectura han sido La cena de Herman Koch y El fin de Alice de A. M. Homes.

La novela tiene bastantes momentos brillantes y algunos diálogos demoledores entre madre e hijo. A pesar de sus seiscientas páginas, no se trata de un libro denso. La prosa no resulta muy elaborada y la lectura es ágil, absorbente y perturbadora. Algo que no vi como un acierto fue el retrato del adolescente como un pequeño monstruo inhumano desde que nació, pero pueden ser cosas mías. También eché en falta la postura del padre tras lo que hizo su hijo, pero al final entendemos que no aparezca.

Seguramente una de las mejores novelas que he leído este año. La recomendaré.

Valoración: 4/5.

8 comentarios:

  1. Como para dejar escapar la recomendación!!
    La verdad es que las pocas personas que me han hablado de la novela, siempre lo han hecho muy muy bien =)

    Besotes

    ResponderEliminar
  2. Así es, Shorby, a mí al menos me pasa lo mismo: sólo oigo hablar bien de este libro.

    Gracias por pasarte. Besos.

    ResponderEliminar
  3. Mi problema fue haber llegado a esta novela después de haber leído la siguiente de Lionel Shriver. Menos poderosa en su argumento, pero con una narración más depurada, manejando mucho mejor el estilo y los artificios literarios.

    ResponderEliminar
  4. Me extrañaba que todavia no hubieras leido nada de Lionel Shriver, para mi una de las mejores narradoras americanas de hoy en dia, critica con la sociedad yanqui, te recomiendo su ultima novela big brother. En realidad todas son recomendables pero la ultima me ha parecido excelente.
    Y como dices solo hay una autora tan reivindicativa como ella que es A.M. Homes

    ResponderEliminar
  5. Mi problema con este libro es que vi la película y la historia es tan ... perturbadora y potente que me cuesta desprenderme de ella para ponerme con el libro. Un error, lo sé, pero surgió así, ver la película y me chafó porque ahora no encuentro momento para leer el libro. Pero sí tengo varios de Shriver en el punto de mira.

    Gracias y un saludo!

    ResponderEliminar
  6. José Luis: La recomiendas entonces, por lo que vemos. Por mi parte, esta es la única que he leído de la autora, y como digo muy bien, moralmente compleja.

    Evasan24: Recogemos la recomendación. Ha sido mi estreno con la autora, sí. Aunque hacía tiempo que tenía este título en la lista de pendientes, he tardado en leerlo.

    Ana: Ese es un inconveniente creo que bastante común. A mí me pasó un poco con "Mystic River". Vi la película de Clint Eastwood, con Sean Penn y Tim Robbins, y luego dejé sin terminar el libro de Dennis Lehane, aunque para compensar me leí "Shutter Island", esta vez antes de ver la película de Scorsese.

    Gracias a los tres por comentar y buen fin de semana.

    ResponderEliminar
  7. También fue para mí una de mis mejores lecturas del año. Lo leí hace unos meses. Me pareció un libro excelente: es cierto que la madre es un tanto ambigua en algunos aspectos, pero se entiende -creo que tiene una especie de relación amor odio con su hijo, mucho más de lo segundo-.
    Antes de conocer el libro vi la película, que la verdad está muy a la altura. Te la recomiendo.

    ResponderEliminar
  8. Hola, Bea. Creo que lo vi en tu goodreads, ahora que lo dices. Lo de la ambigüedad no lo decía porque no se entienda, más bien lo señalaba como algo deliberado y acertado, en mi opinión, por parte de la autora (un retrato moralmente complejo de un personaje). Desde luego, hay amor y hay odio. La película no la he visto, pero supongo que antes o después caerá. Gracias por tu comentario. Saludos.

    ResponderEliminar