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27 febrero 2015

Vigilia inquieta


Vigilia inquieta, colección de relatos del portugués António Patrício, nos llega de la mano de Ardicia, nueva editorial fundada en Madrid en 2013 y que se suma a esa reducida nómina de editoriales modestas e independientes que basan su catálogo en el rescate de títulos más bien olvidados a los que se concede una nueva oportunidad, en nuevas traducciones y ediciones pulcramente cuidadas (tipo de papel, portada, maquetación...). El buen hacer, cómo no, se agradece enormemente, así como la preocupación por la literatura más allá del fin -necesario para sobrevivir, pero en otros sellos dolorosamente evidente- de hacer caja. Unas se van y otras llegan. Si en el 2013 nos dejó la interesante Libros del Silencio, también surgió Ardicia. Toda la suerte para ellos.

Vigilia inquieta (1910), el título de su catálogo con el que he decidido estrenarme, viene avalado por un comentario encomiástico de Fernando Pessoa: "Uno de los más perfectos libros de cuentos que se han escrito en Portugal". Está compuesto por cinco composiciones de similar extensión, iniciadas con "Veiga", relato centrado en un personaje que recuerda bastante, al menos al principio de la narración, al Bartleby de Herman Melville: un funcionario solitario que apenas tiene parientes, un loser del que la gente se ríe desde que era niño. No obstante, el personaje tiene voluntad de cambio y evoluciona, pasando por distintas fases. Para este que escribe, el relato más logrado del conjunto.

El segundo se titula "Diálogo con un águila". En él encontramos a un águila parlante que revela a un hombre un secreto transmitido en su familia de generación en generación desde que su antecesora asistió a la crucifixión de Jesús de Nazareth. Se trata de un texto con poca acción pero profundo. El tercer cuento, "Precoz", es el más flojo en mi opinión. No me convence la historia del niño enfermo y, estilísticamente, tiene alguna sonora frase tirando a bastante cursi para mi gusto.

Los dos últimos textos del volumen, "El hombre de las fuentes" y "Suze", mantienen el buen nivel general del libro, si exceptuamos el tercer texto. En el primero encontramos a un hombre viajero con una curiosa pasión por las fuentes que, en su parte final, contará la historia que explica su odio al mar. El segundo tiene un tono evocador y relata recuerdos sobre Suze en forma de carta dirigida a ella. Un texto rememorador, elegíaco.

La prosa de Patrício es bastante cuidada, así como la edición de Ardicia. Desde mi punto de vista, también es destacable la labor del traductor. El único pero que veo es la ausencia del signo » tras el punto y aparte dentro de un diálogo.

6 comentarios:

  1. Gracias por regalarnos una nueva entrada, Jesús, siempre es un placer poder estar al día de tus lecturas. Un saludo desde Cástulo.

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  2. Gracias por estar ahí, Ramón. Nos vemos.

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  3. No conocía a este autor. Tomo nota.
    Saludos

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  4. Sin ir más lejos, yo tampoco lo conocía hasta que Ardicia publicó este libro.

    Un saludo.

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  5. Antes no leía relatos ni cuentos pero hace unos años comencé con un libro y poco a poco me fui aficionando. Éste que traes hoy tiene buena pinta.

    Besos!

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  6. Hola, Narayani. Me alegro, ya que hay muy buenos libros de cuentos. Elegir unos u otros ya es, por supuesto, cuestión de gustos. Besos.

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