"A solas soy
alguien.
En la calle, nadie.
A solas medito,
siento que me crezco.
Le hablo a Dios. Responde
cóncavo el silencio.
Pero aguanta siempre,
firme frente al hueco,
este su seguro
servidor sin miedo.
A solas soy alguien,
valgo lo que valgo.
En la calle, nadie
vale lo que vale.
En la calle reinan
timbres, truenos, trenes
de anuncios y focos,
de absurdos papeles.
Pasan gabardinas
pasan hombres "ene".
Todos son hombres como uno,
pobres diablos: gente.
En la calle, nadie
vale lo que vale,
pero a solas, todos
resultamos alguien.
A solas existo,
a solas me siento,
a solas parezco
rico de secretos.
En la calle, todos
me hacen más pequeño
y al sumarme a ellos,
la suma da cero.
A solas soy alguien,
valgo lo que valgo.
En la calle, nadie
vale lo que vale.
A solas soy alguien,
entiendo a los otros.
Lo que existe fuera,
dentro de mi doblo.
En la calle, todos
nos sentimos solos,
nos sentimos nadie,
nos sentimos locos.
A solas soy alguien.
En la calle, nadie."
Gabriel Celaya (1911-1991).
ResponderEliminarEn la calle, nadie
vale lo que vale,
pero a solas, todos
resultamos alguien.
Me gusta mucho lo que dice aquí.
También me gusta mucho la foto que has puesto.
Besos!
Hola, Narayani. Si a ti te gusta, ya ha servido de algo compartirlo. Me alegro de que así sea, gracias por pasarte. ¡Saludos!
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