Fotografía de Edward Weston
SIEMPRE
Cansada del estruendo mágico de las vocales
Cansada de inquirir con los ojos elevados
Cansada de la espera del yo de paso
Cansada de aquel amor que no sucedió
Cansada de mis pies que sólo saben caminar
Cansada de la insidiosa fuga de preguntas
Cansada de dormir y de no poder mirarme
Cansada de abrir la boca y beber el viento
Cansada de sostener las mismas vísceras
Cansada del mar indiferente a mis angustias
¡Cansada de Dios! ¡Cansada de Dios!
Cansada por fin de las muertes de turno
a la espera de la hermana mayor
la otra la gran muerte
dulce morada para tanto cansancio.
mis alas?
dos pétalos podridos
mi razón?
copitas de vino agrio
mi vida?
vacío bien pensado
mi cuerpo?
un tajo en la silla
mi vaivén?
un gong infantil
mi rostro?
un cero disimulado
mis ojos?
ah! trozos de infinito
Alejandra Pizarnik (1936-1972).
Parece una escritora algo amarga. El segundo es un retrato fatal :D
ResponderEliminarNo la conocía.
Pobre!
EliminarAmarga! Válgame dios! Nombró el dolor como nadie, sus penas eran como joyas que engarzaba con maestría en su cielo. También tenía un sentido del humor irónico, corrosivo. Conoció el significado de cada palabra como nadie. Y lo trastocó. Se quiso ir a los 36 años. Aún espero que alguien invente la máquina del tiempo para ir a abrazarla.
ResponderEliminarGracias por la entrada Jesús.
Analía.
¿Se suicidó?
ResponderEliminarUn saludo, Jesús.
Fdo: Ramón(litri).
Bueno, casi seguro que Analía conoce mejor que yo a Pizarnik, así que os invito, aunque lo habréis hecho ya, a que leáis su comentario. Poco más puedo yo decir. Es bonito eso que dice de la máquina del tiempo. Por mi parte, he leído últimamente la poesía completa de esta mujer y no descarto dedicarle alguna entrada más en un futuro. Saludos a todos y gracias por hacer acto de presencia.
ResponderEliminarSe suicidó el 25-9-72. Cuando sus amigos ingresaron al departamento encontraron estas palabras: No quiero ir nada mas que hasta el fondo. Aunque en su biografía se dice que tal vez se confundió al tomar tantas pastillas, porque tenía planes y citas para el 26, había estado internada poco antes por su depresión. Y su último libro anuncia una oscuridad mas perturbadora si se puede, que la de su poesía mas temprana. Si bien se ha hecho de su obra y de su imagen póstuma un referente de los poetas malditos, trágicos y oscuros, ella también tenía su lado luminoso. No es fácil caer en su mundo. Pero es maravilloso.
ResponderEliminar¡Saludos y gracias! Augurios.
Analía.
En mi humilde opinión no veo en absoluto algo perturbador en lo que escribe.
EliminarAcabo de ver que sigues un blog sobre Pizarnik, entraré que seguro que aprendo cosas. Lo de que se confundió al tomar tantas pastillas no lo acabo de ver muy convincente. Había leído lo de su ingreso y sus problemas depresivos, pero poco más: me he adentrado en sus textos sin muchas referencias. Gracias por la información. :)
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