El
insigne académico de la
RAE Modesto Mesabarbas,
sillón signo de
exclamación mayúscula,
ha sido capturado
en sus vacaciones estivales leyendo un best
seller seudoliterario
con una
sonrisa de indubitable
regocijo. Las
gafas de sol con las que
aspiraba a enmascarar su identidad no
han despistado a los
objetivos de la prensa
rosa, que
lo inmortalizaron
en distintas poses. Horas más tarde, tres periodistas lo
abordaban
a la salida del
hotel. “Se le ha visto
en una situación bastante íntima, por no decir comprometida, con un
superventas de chichinabo... ¿Qué puede contarnos al respecto?”,
lo sondeó una
reportera.
“Lo siento”, se apresuró a contestar el erudito, sin aminorar el
paso lo más mínimo, al tiempo que esquivaba los micrófonos, “no
pienso hacer declaraciones”. La periodista
contraatacó: “¿Cómo
cree que puede afectar esto a su reputación? ¿Qué contesta a
quienes insinúan que se trata de un montaje para multiplicar
las ventas del ensayo
sobre Galdós que
publicará en
la rentrée?
¿Es cierto que ya ha
concertado una exclusiva
con un
programa cultural de La
2 para aclararlo
todo?”.
© Jesús Artacho
*Microrrelato finalista en el certamen MálagaCrea 2018.
*Texto publicado previamente en la web microcuento.es
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