A pesar de que no lo he leído todo lo que merecería,
Cortázar es uno de los maestros del cuento para mí. En el recuerdo permanecen
piezas como “Continuidad de los parques”, “Carta a una señorita en París”,
“Axolotl” o “Instrucciones para John Howell”, a las que se añaden otros grandes
relatos de Las armas secretas como son
“Las babas del diablo” y “El perseguidor”, el más extenso de los cinco que
componen este libro.
Como El invierno en
Lisboa de Antonio Muñoz Molina, “El perseguidor” nos sitúa en el mundo del
jazz. El protagonista, Johnny Carter, es un trasunto del saxofonista Charlie
Parker, un artista eminentemente instintivo del que Bruno, el crítico de jazz
que narra la historia, ha escrito un libro. El relato tiene numerosos
fragmentos y reflexiones para no olvidar. Junto con “Las babas del diablo”,
está entre lo mejor que he podido leer este año. Este último comienza con el
narrador preguntándose cuál será la mejor manera de contar lo que va a contar.
A lo largo del relato asistimos a un estimulante
cuestionamiento del lenguaje, una resistencia feroz a lo convencional. Susana
Jakfalvi escribe en el prólogo unas líneas que me parecen dignas de mención.
Leemos que este relato afirma “el impulso y la necesidad de búsqueda en el
hombre a partir de una ruptura y cuestionamiento de la certidumbre de las
pautas convencionales, en el esfuerzo por acceder a una realidad diferente,
pero más válida en tanto nos permite apropiarnos de la esencia de la realidad,
apropiación epistemológica y ontológica que, en definitiva, debería ser el
objeto de toda existencia humana”.
En “Cartas de mamá”, el relato que abre el libro, una pareja
-Laura y Luis- que vive en París recibe una carta de la madre de este desde
Argentina que vuelve insoportablemente real un fantasma que ambos se esforzaban
por olvidar. La madre menciona al fallecido Nico, hermano de Luis y ex de
Laura, y lo hace dándolo, seguramente por equivocación, por vivo.
Qué vamos a descubrir de Cortázar que no se haya dicho ya, es
uno de esos autores imprescindibles para los amantes de la literatura con todas
sus letras. Julio Cortázar es creatividad, lucidez y juego.
De Cortazar he leído muy poco. A decir verdad he empezado bastantes veces Rayuela y nunca he podido continuar mas de un par de capítulos.
ResponderEliminarHas mencionado unos cuantos de entre mis preferidos.
ResponderEliminar¿Has leído "la noche boca arriba"? Nunca me cansaré de él, ni de Rayuela...
Un abrazo
Albanta: No eres la única a la que le pasa. No sé si habrás llegado al capítulo séptimo, es breve y bastante recordado. "Toco tu boca..." Te animo también a que pruebes con algunos de sus cuentos, a ver qué tal. Un saludo.
ResponderEliminarJordi: No, todavía no, aunque me lo han recomendado. Tengo que seguir con los cuentos de Cortázar, me alegro de que te apasione. Un abrazo.
No llegué mucho más allá de Rayuela, me apunto los cuentos, me apetece, voy a ver si encuentro este volumen.
ResponderEliminarEl perseguidor lo tienes que leer, Jose. No digo más.
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