“En la madurez hay misterio, hay
confusión. Lo que más hallo en este momento es una suerte de soledad. La
belleza misma del mundo visible parece derrumbarse, sí, incluso el amor. Creo
que ha habido un paso en falso, un viraje equivocado, pero no sé cuándo sucedió
ni tengo esperanza de encontrarlo.”
Con
estas líneas comienzan los Diarios de
John Cheever (1912-1982), una de las cabezas visibles del cuento estadounidense
en el siglo XX. Publicados de forma póstuma en 1991, en España vieron la luz, con
notas de Rodrigo Fresán, a través del sello Emecé, que también ha publicado
varios volúmenes con los cuentos del autor, entre ellos la antología La geometría del amor, y novelas como Falconer, Oh, esto parece el paraíso o Bullet
Park.
El
diario fue una obra que Cheever fue construyendo día a día durante cuarenta
años, con dedicación y constancia, en paralelo a su obra de ficción. En esos
textos, que en bastantes pasajes alcanzan una gran prosa, quedan reflejados sus
problemas con el alcohol, su sentimiento religioso, los deseos de ver crecer
felices a sus hijos y construir una obra sólida, su condición de bisexual, la
realidad de sus episodios depresivos, sus contradicciones…
También encontramos en ellos opiniones sobre la obra de contemporáneos como
Saul Bellow, Jack Kerouac, Norman Mailer, J.D. Salinger, Italo
Calvino, Philip Roth o Truman Capote.
El
conjunto supone un testimonio íntimo muy interesante y revela esa honestidad a
la hora de exponerse constantemente, de verter las entrañas en las hojas de un
cuaderno. Quizá no acabaremos, como lectores, concluyendo qué gran hombre es
Cheever (o igual sí), una posibilidad con la que fantasea él en algún
fragmento, pero sí trataremos de comprender a un ser complejo, siendo
conscientes –de lo contrario sería fácil- de que no se trata de una
hagiografía, de que todos desprendemos luces y sombras.
Un
libro, en definitiva, que he saboreado plenamente y que me parece altamente recomendable para todos
los que disfrutéis con este tipo de lecturas.
Gracias por la reseña Jesús. Los escritores honestos son un imán para mí, aunque luego piense o no, que era un gran hombre o un .... ;)
ResponderEliminarGracias y un saludo!
Interesante... me gustan este tipo de lecturas =)
ResponderEliminarBesotes
Género que me falta por incursionar. Me gusto mucho Bullet Park. Interesante autor. Besos Jesus
ResponderEliminarAna: Gracias a ti por pasarte. Honestidad creo que vas a encontrar aquí, sí. Muy interesante para mi gusto, aunque igual hay que estar habituado a leer estos libros sin una trama o una intriga por saber qué pasara. Besos.
ResponderEliminarShorby: Pues me alegro, últimamente estoy encadenando unas cuantas de este tipo. Igual va con la edad. Besos.
Aless: Pues es curioso, pero me han entrado ganas de leer la novela que comentas al leer el libro y la información que daba sobre ella Fresán en alguna nota. Tengo en casa sus relatos, por sólo leí algunos. Besos.
Siempre me ha parecido un gesto de valor y honestidad ser capaz de proyectar lo más profundo de nuestro sentimiento y pensamiento en un diario.Habrá que tener en cuenta a este autor y su obra. Gracias por la recomendación, Jesús. Un saludo. Ramón.
ResponderEliminarHola, Ramón:
ResponderEliminarA mí me ha interesado mucho, no sé hasta qué punto debido al hecho de que yo también escribo. También espero leer alguna de las novelas de Cheever. Un saludo.