30 julio 2019

Gregaria grey


   

   Doscientas ovejas quemadas en un incendio, reza un titular de periódico. El granjero les abrió la puerta antes de resguardarse de las llamas, pero aun con vía libre las ovejas no se arrancaron a huir y ni siquiera traspasaron los límites del establo, como si algo más allá de nuestra comprensión (pensemos en El ángel exterminador de Buñuel), un muro invisible y a un tiempo impenetrable, les blindase el paso. Murieron, pues, como auténticas ovejas. Cumplieron con el paradigma, y su condición borreguil se impuso al espíritu de supervivencia. Obsecuentes, dóciles, timoratas, hasta el final fueron gregaria grey.

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