07 enero 2021

"La nevera está triste (parodia)", un poema propio

 

Michal Matlon


LA NEVERA ESTÁ TRISTE (PARODIA)

La nevera está triste, qué tendrá la nevera.
Los zumbidos se escapan por su boca sin son.
Acuchilla silencios molestando a la peña,
escasea en yogures y no tiene jamón.
La nevera es un hueco, ya parece anoréxica,
sin mousse de chocolate ni cerveza ni amor.
Sueña con otras épocas, con un mar de croquetas,
y en verano -en agosto- sufre con el calor:
se lamenta ruidosa, los inviernos anhela
y se queja la pobre, como un preso sin sol.
La nevera está harta, la nevera está vieja.
Para colmo de males, ni un triste salchichón
engalana sus baldas. Dos manzanas reinetas
solitarias, podridas, le ensucian el cajón.
Mas se acerca diciembre, y con él la paga extra
obtendrá el jubilado de la exigua pensión.
Llegarán los bombones, langostinos sin tregua,
algún queso barato y un poco de roscón.
La nevera no zumba, la nevera se alegra;
con su estómago lleno, ve en la vida color.
Ay, nevera dichosa, de las nieves eternas
que brinda tu marido el gris congelador.
Ay, nevera sufrida, cuando la obsolescencia
-tempus fugit, ya sabes- haga sin compasión
que tu buen mecanismo, por capricho de jetas,
dé con rota osamenta en un contenedor.
No quiero ni pensar en la escena funesta
que con ojos miopes miraré con dolor.
¡Oh nevera magnífica, cumplidora irredenta!
¡Ya el poeta se exalta! ...Versos de garrafón
disculpables acaso de un domingo en pandemia
(en el confinamiento, busca una distracción).
Si el gran Rubén Darío levanta la cabeza
en seguida le atiza al torpe imitador.
La nevera está triste, la nevera se queja:
“después de tantos años, de todo este sopor,
ni siquiera en palabras el destino me premia:
vates de chichinabo entonan mi canción”.
La nevera está escuálida, la nevera está vieja,
pero las Navidades prometen esplendor,
y el frescor todavía por sus venas serpea:
vendrán mejores tiempos si resiste el tirón.


                      Jesús Artacho, noviembre de 2020.

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