Salinger, junto a Rulfo y Juan de la Cruz, es uno de esos autores con una obra tan admirada como escasa. Si no me equivoco, son sólo cinco los libros que conforman la totalidad de su producción: El guardián entre el centeno, Franny y Zooey, Nueve cuentos, Seymour: una introducción y Levantad, carpinteros, la viga del tejado. Desde que hace unos años leí El guardián… no había vuelto a asomarme a un libro de este longevo autor estadounidense, fallecido el año pasado a los 91 años, pero, tras disfrutar con Franny y Zooey, he tomado la firme de decisión de leer toda su obra.
Sin ser un thriller frenético ni contar nada extraordinario, Franny y Zooey (1955) me ha atrapado desde el inicio. Se nos muestra a algunos miembros de la familia Glass, que residen en un edificio de Manhattan: Franny, de veinte años, es la hija menor de los Glass, mientras que Zooey, de veinticinco, es el segundo del total de siete hermanos que componen la familia.
El relato se estructura en dos partes. Como puede adivinarse por el título, una corresponde a Franny y otra a Zooey. Hay que decir que Franny aparece también en la parte de Zooey, es ella quien adquiere mayor protagonismo. El segundo relato complementa al primero y completa su sentido. La primera parte nos sitúa en un ambiente universitario, y gira en torno a una conversación entre Franny y su novio durante una comida. El diálogo resulta muy natural, suena sincero, rico en matices y muestra a unos personajes complejos, creíbles. Franny se muestra insatisfecha, desencantada, y critica la artificialidad del ambiente académico en el que se mueve. Entre otras cosas, dice estar “harta de ego”, “harta de pedantes y engreídos”. Últimamente está rara, parece al borde del derrumbamiento íntimo. Pasa por una pequeña crisis, una crisis con la que también tiene que ver un libro, El peregrino ruso, que Franny dice haber sacado de la biblioteca. Se siente fascinada por el aire espiritual, y hasta místico, que desprende el libro. Salinger se muestra aquí buen conocedor de conceptos propios de la espiritualidad oriental.
Zooey intentará con sus palabras ayudar a Franny en esa crisis por la que pasa. La novela avanza de una forma muy fluida, como un soplo de aire. Encontramos una trama sencilla, con mucho diálogo y poca acción, casi como si de escenas teatrales se tratase.
Sin ser un thriller frenético ni contar nada extraordinario, Franny y Zooey (1955) me ha atrapado desde el inicio. Se nos muestra a algunos miembros de la familia Glass, que residen en un edificio de Manhattan: Franny, de veinte años, es la hija menor de los Glass, mientras que Zooey, de veinticinco, es el segundo del total de siete hermanos que componen la familia.
El relato se estructura en dos partes. Como puede adivinarse por el título, una corresponde a Franny y otra a Zooey. Hay que decir que Franny aparece también en la parte de Zooey, es ella quien adquiere mayor protagonismo. El segundo relato complementa al primero y completa su sentido. La primera parte nos sitúa en un ambiente universitario, y gira en torno a una conversación entre Franny y su novio durante una comida. El diálogo resulta muy natural, suena sincero, rico en matices y muestra a unos personajes complejos, creíbles. Franny se muestra insatisfecha, desencantada, y critica la artificialidad del ambiente académico en el que se mueve. Entre otras cosas, dice estar “harta de ego”, “harta de pedantes y engreídos”. Últimamente está rara, parece al borde del derrumbamiento íntimo. Pasa por una pequeña crisis, una crisis con la que también tiene que ver un libro, El peregrino ruso, que Franny dice haber sacado de la biblioteca. Se siente fascinada por el aire espiritual, y hasta místico, que desprende el libro. Salinger se muestra aquí buen conocedor de conceptos propios de la espiritualidad oriental.
Zooey intentará con sus palabras ayudar a Franny en esa crisis por la que pasa. La novela avanza de una forma muy fluida, como un soplo de aire. Encontramos una trama sencilla, con mucho diálogo y poca acción, casi como si de escenas teatrales se tratase.
Me parece un libro que quizá no guste a todos (puede no colmar las expectativas de algunos, dar impresión de ligereza), pero si uno simpatiza un poco con la pequeña de los Glass la lectura corre el riesgo de convertirse en una delicia. Nos tocará o no la fibra dependiendo del tipo de lector que seamos. Esto es casi como no decir nada, pero es así. A mí me ha gustado, eso también lo digo. Y me ha quedado claro que hay Salinger más allá de El guardián entre el centeno, así que lo seguiré leyendo.
Me parece un relato maravilloso. Es uno de los libros que más veces he regalado.
ResponderEliminarNo dejes de leer Seymour y Levantad, ahora que tienes este libro reciente. Tiene unas historias dentro de la historia preciosas, y he visto pocos personajes tan de carne y hueso como la familia Glass. Para mí, muy superior a El guardián.
Me encanta este libro, Salinger es mi autor favorito y aunque a El guardián entre el centeno no lo desbanca ningún otro, este sería mi segundo favorito del autor. Te recomiendo que te leas el resto, porque encontrarás a la familia Glass en un par de relatos de Nueve Cuentos y en Seymour... y Levantad... Al final da la impresión de que esa familia es de carne y hueso y se le coge muchísimo cariño. Un abrazo
ResponderEliminarLibro maravilloso que leí tras Nueve Cuentos, quizá eso hizo que no me gustara tanto como esperaba, pero aún así me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo Jesús
edp: Creo que sí, que voy a leer todo lo de Salinger. El próximo me parece que será "Nueve cuentos". Anoto esos dos libros de Tolstoi, que veo que te han encantado.
ResponderEliminarCarol: "El guardián..." tengo que releerlo, pero aunque me parece un libro especial creo que no me gustará tanto como a ti. Ya digo, creo que voy a leer todo lo de Salinger, el próximo será "Nueve cuentos". Un abrazo.
Madison: Parece que las tres sois unas entusiastas de Salinger. Como digo, espero leer pronto "Nueve cuentos". Un abrazo!
Gracias a las tres por comentar.
Muy recomendables los cuentos de Tolstoi, de verdad... aunque no soy objetiva. Creo que no ha escrito nada que para mí no sea un diez! 'Cuánta tierra necesita un hombre' fue un regalo del día del libro, no sabes qué preciosidad es la edición de Nórdica. Si no la conoces, te recomiendo que la eches un ojo cuando vayas a una librería.
ResponderEliminarTodavía no he leído nada de Tolstoi, pero casi que mejor empiezo con uno de estos antes que con "Guerra y paz". De Nórdica nadie me había hablado, así que lo tendré en cuenta. De hecho, ahora mismo le he estado echando un vistazo al catálogo y tienen cosas que me interesan, así que es cuestión de tiempo que me haga con alguno de ellos. Los de Impedimenta también se ven muy bien editados, por cierto.
ResponderEliminarHablando de Tolstoi que es otro de mis autores favoritos, a mi me gustaron mucho más Ana Karenina y Resurrección (mi favorita) que Guerra y paz, que aunque es una gran novela se me hizo un poco densa con tanta batalla. Un abrazo
ResponderEliminar"Resurrección" no lo conocía. Sin duda empezaré antes con algún cuento o con "Anna Karenina", antes que con el tochaco de "Guerra y paz".
ResponderEliminarJesus, el mejor de Salinger, para mí, es "Levantad ..." Coincido con Carol en cuanto a Resurrección antes que el resto de Tolstoi. Un abrazo.
ResponderEliminarVeo que tenéis como favoritos distintos libros de Salinger, lo que tal vez quiera decir que casi todos están a un muy buen nivel. Y ya son dos los que me hablan bien de "Resurrección", así que es para tenerlo en cuenta. Desde luego "Guerra y paz" da un poco de respeto, es para pensárselo. Un abrazo.
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