25 octubre 2011

Chesil Beach



Ian McEwan ha sido un autor al que me he venido acercando de cuando en cuando. Me acerqué a Expiación en el instituto (el mejor de los que he leído hasta ahora), a ese le siguió Ámsterdam, novela también tiene su punto y mereció el Booker (si eso significa algo), luego Primer amor, últimos ritos, un libro de relatos que está bien en mi opinión, debut de McEwan y muestra del estilo más atrevido de sus inicios, con algún relato erótico. Finalmente, leí un tercio de Sábado, libro que abandoné por simple aburrimiento (espero cuando lo retome que sea tan bueno como algunos dicen). En ese momento, decidí ponerme con Chesil Beach, un libro que ha maravillado a cantidad de lectores y críticos (algunos lo consideraron el mejor libro del autor).

La historia se sitúa en la Inglaterra anterior a la revolución sexual, y narra la noche de bodas de Edward y Florence (vírgenes, por supuesto: podéis imaginar la importancia de ese momento para los dos, los nervios, la tensión y demás) en un hotel construido junto a la playa del título (ayuda a imaginársela la sugerente imagen de la portada), en lo que si uno fuese un poco más cursi llamaría “un marco incomparable” (desde el hotel se oye el rumor de las olas y tal). El autor intercala entre tanto sucesos del pasado, para construir de forma más profunda a los personajes, algo que ralentiza la historia y en general puede aburrir, aunque en verdad es una parte necesaria.

Hasta ahí la trama. Comento ahora mis impresiones. Hasta la mitad he de decir que el libro no me interesó, me pareció todo muy frío y me recordó a los peores momentos de McEwan, pero hacia la mitad el libro se convirtió en una lectura placentera y pasé con interés las páginas, hasta terminar con un buen sabor de boca, aunque sospechando que tampoco estaba ante una gran historia. Vamos, que me quedé un poco: ¿ya se ha acabado esto? En cualquier caso, el libro tiene muy buenos momentos. ¿Mi valoración? 3/5.

Dejo un par de fragmentos:

“La idea de que alguien la tocara “ahí abajo”, aunque fuera alguien querido, era tan repugnante como, pongamos, una intervención quirúrgica en un ojo. (…) Florence sospechaba que había en ella alguna anomalía profunda, que ella siempre había sido distinta y que al fin estaba a punto de ser descubierta. Creía que su problema era más grande, más hondo que el mero asco físico; todo su ser se rebelaba contra una perspectiva de enredo y carne…”

“¿Y qué se interponía entre ellos? Su personalidad y su pasado respectivos, su ignorancia y temor, su timidez, su aprensión, la falta de un derecho o de experiencia y desenvoltura, la parte final de una prohibición religiosa, su condición de ingleses y su clase social, y la historia misma.”

Esto es todo, creo que hace un año ya que leí este libro, y desde entonces me resistía a colgar la reseña. Para más -y mejor- información, os enlazo al blog de Carol: 10.15 Saturday night.

7 comentarios:

  1. Creo que a mí, en general, me gustó más. Saca mucho jugo de algo que puede ser tan sumamente banal, y eso me encanta. Sí que es lento en algunas partes, pero también es cortito, así que al final van pasando las horas de esa interminable noche de bodas hasta saber lo que pasa con los dos novios.
    ¡¡Qué despropósito, por favor!! ;)

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  2. A mí me gustó mucho, es el único de sus libros que he leído en inglés y aunque iba lenta y me perdía cosas mereció la pena, el lenguaje suena de otra manera y quizá por eso me pareció más 'poético' que otros de sus libros.
    De McEwan he leído casi todo y estoy de acuerdo en que Expiación es lo mejor, para mí seguido de cerca de Niños en el tiempo, es una maravilla (y por cierto, nada que ver con la frialdad esa que mencionas tan propia a veces de McEwan). Sábado en mi opinión merece una segunda oportunidad.
    Si te caben más recomendaciones estoy leyendo Textos Cautivos, de Borges, una recopilación de reseñas literarias. Muy ameno y fácil de leer, además de que ayuda a descubrir autores, nada de laberintos ni de crónicas borgianas!
    Saludos

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  3. Elena Rius25/10/11 12:41

    Coincido con vosotros en que Expiación es seguramente el más logrado de los libros de McEwan, para mi gusto un autor que puede resultar sublime en partes de sus novelas, pero que demasiado a menudo son irregulares. Eso le sucede, por ejemplo, en Amor perdurable, que tiene uno de los primeros capítulos más fascinantes que he leído, pero cuyo interés decrece después notablemente. Chesil Beach me gustó por su delicadeza, por su exquisito uso del lenguaje. Una bonita miniatura.

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  4. A mi no acabó de convencerme, no sé, pero no llego a conectar con la escritura de McEwan, leí Sábado y ese si me gustó algo más.
    Un abrazo Jesús

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  5. Isi: Sí, parece que a ti te gustó más. Recuerdo haberte comentado en tu entrada, hace tiempo ya. Bueno, al menos coincidimos con "Expiación" ;)

    edp: Yo en inglés sólo he probado con Auster, pero creo que McEwan tiene que ser un poco más difícil para mí. Volveré a intentarlo con "Sábado", aunque no sé yo. Siempre son bienvenidas las recomendaciones, así que me apunto el de McEwan y el de Borges. A mí Borges en general me gusta, sobre todo algunos relatos de "Ficciones", y como tenía la cultura libresca que tenía, seguro que estará interesante este para conocer algún autor interesante. Un saludo.

    Elena Rius: Parece que coincidimos todos con lo de "Expiación". "Amor perdurable" me suena de haberlo visto en la biblioteca, pero me apetece tomarme un descanso con McEwan, por ahora. La verdad es que sí, delicadeza es una buena palabra para definirla, como dice Isi de algo que podría quedar en muy poco, en un relato corto, es capaz de armar toda una novela.

    Madison: Pues si no lo has hecho, quizá deberías probar con "Expiación", ya ves que hay consenso en que es de lo mejor de este hombre. A ver qué pasa cuando vuelva a intentarlo con "Sábado"... Un abrazo.

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  6. Gracias por enlazar la entrada de mi blog, a mí ya sabes que me gustó mucho, ese ritmo pausado, esas explicaciones pormenorizadas que hacen que realmente empaticemos con el momento tan terrible que están viviendo ambos. El final es verdad que es un poco brusco, pero me parece muy bueno también, cómo la incomunicación nos puede arruinar la vida. Un abrazo

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  7. La verdad es que en otras manos no sé qué hubiera pasado con esta novela, pero McEwan ha conseguido encandilar a mucha gente, está claro que es un tío que sabe lo que se hace, un escritor de altura.

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