Fotograma de Un hombre y una mujer (1966), de Claude Lelouch
RUINA ERRANTE
Apenas
repuesto de otra hecatombe
te
diriges a tu puesto de trabajo.
Con
dolor
de
cabeza pero avanzando,
en
carne viva el alma
pero
adelante,
sin
dignidad pero batallando,
juguete
rabioso del destino,
con
coraje y sin cobijo
pero
caminando,
caminando,
arrastrando
el esqueleto
y
las vísceras
a
donde lo va exigiendo
la
rutina, destrozado pero
combativo,
sacando de
quién
sabe dónde algo
no
muy diferente a un estúpido
e
ineficaz y obstinado
orgullo…
Ruina
errante camino
en
vísperas del próximo derrumbe.
© 2014.
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