06 abril 2019

"Cara de pan", de Sara Mesa


Después de leer los relatos de Mala letra, me acerco a otro libro de la sevillana Sara Mesa, en este caso la novela corta Cara de pan (Anagrama, 2018), que surge, como explica la propia autora, como expansión de un relato breve, titulado A contrapelo y recogido en la antología Riesgo publicada por la editorial :Rata_ en 2017.

En Cara de pan asistimos a la historia del encuentro y posterior amistad entre una adolescente de casi catorce años, que no se siente a gusto en el instituto y comienza a faltar a clase, y un adulto de cincuentaicuatro al que fascinan los pájaros. Ambos acostumbran a verse en un parque y van forjando lo que podríamos considerar una bonita amistad entre inadaptados. Una relación que se antoja inofensiva pero -pensamos mientras leemos- que de llegar a conocimiento de los padres, de la sociedad en general, dispararía todas las alarmas.

La novela parece funcionar como una reivindicación de la diversidad frente a una sociedad que la ahoga, y nos lleva a replantearnos si es sano el exceso de celo, cuando no la abierta sospecha, que entra en escena si un adulto decide hablar con un niño, por ejemplo. O si no estaremos sacando las cosas de quicio cuando etiquetamos como síndrome o trastorno cualquier característica de un niño o adulto a poco que se sale de lo completamente uniformizado. Escribía Gilles Lipovetsky que las relaciones sociales se han convertido en relaciones de dominio, y los personajes de Cara de pan son conscientes de esto y lo sufren.

Más que por la abundancia de recursos de lenguaje, destaca la novela por la confección de los personajes, por el logro de que sintamos tan humanos a estos dos seres que se mueven un poco en los márgenes. La historia nos lleva a pensar en La caza, magnífica película de Thomas Vinterberg de temática emparentada con la del libro de Sara Mesa.

Aunque no entusiasme hasta niveles de maravilla, la voz de Sara Mesa me sigue interesando. Supongo que pronto leeré Cicatriz (2015), la novela que supuso -en cuanto a crítica y público- un punto de inflexión en su trayectoria literaria.

2 comentarios:

  1. Pues no lo conocía... y no me importaría leerlo. Lo anoto.

    Besotes

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    1. Ya nos contarás si al final lo lees... Un saludo.

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