15 septiembre 2010

Tu rostro mañana

“No debería uno contar nunca nada, ni dar datos ni aportar historias ni hacer que la gente recuerde a seres que jamás han existido ni pisado la tierra o cruzado el mundo, o que sí pasaron pero estaban ya medio a salvo en el tuerto e inseguro olvido.”
Así comienza Tu rostro mañana, la mastodóntica novela de Javier Marías que abarca tres volúmenes, casi 1600 páginas, y fue escrita a lo largo de ocho años.
El protagonista y narrador es Jacques o Jaime o Jacobo Deza (también protagonista de Todas las almas) que se ha mudado a Londres tras su divorcio. Allí, en una cena, será advertido de que posee un extraño don, y pasará a incorporarse a un grupo de espionaje. Su misión es ver lo que nadie alcanza a vislumbrar en el rostro de las personas, en sus gestos, en sus palabras, interpretar cómo serán sus rostros mañana, determinar si son o no capaces, dadas las circunstancias, de matar a alguien, por ejemplo, o de traicionar a un amigo, o si se venderían por dinero. Se trata de una tarea muy sutil, la de interpretar sus rostros, deducir sus intenciones:
“¿Cómo puedo no conocer hoy tu rostro mañana, el que ya está o se fragua bajo la cara que enseñas o bajo la careta que llevas, y que me mostrarás tan sólo cuando no lo espere?” Por cierto, he descubierto una página donde se puede leer la interpretación de personajes tan conocidos como Berlusconi o Diana de Gales. Dejo por aquí el enlace: http://www.javiermarias.es/TUROSTROMANANA/EPS.html
Este rasgo, que sea una novela de espías, puede inducir a pensar que estamos ante un thriller trepidante, pero nada más lejos de la realidad. Tu rostro mañana es una novela lenta, y no decimos que eso sea algo negativo. Ocurren pocas cosas a lo largo de sus páginas, y la mayor parte la constituyen largas conversaciones entre los personajes, con digresiones, paréntesis… Digamos que la reflexión predomina sobre la acción. Hay opiniones sobre temas trascendentales como el tiempo o la muerte.
El estilo está hecho a base de frases largas, que se ramifican, aunque Marías no es tan barroco como Menéndez Salmón (puede que haya que releer alguna frase, pero eso no es lo normal). Se diría en cambio que la prosa es fluida y que en raras ocasiones se atranca uno leyendo, Marías te introduce en una especie de río que tiene por supuesto sus meandros y sus saltos pero que te arrastra.
Como curiosidad, los tres volúmenes comienzan con una frase negativa (es algo habitual en los libros del autor).
La calidad de la prosa es algo que no se le puede negar a Marías. El vocabulario es rico, las reflexiones profundas… La novela tiene muchos momentos de altura, aunque leerla sea un placer de los que se saborean con lentitud. Hay que decir que entre la crítica especializada todo son halagos para este libro: que si es la obra cumbre del autor, que si Marías merece el Premio Nobel… Puede leerse de todo. Ahora bien, si leemos opiniones de lectores ya podemos encontrar algunas críticas. La fundamental es la de su lentitud, pero, como decíamos, más que una crítica es una característica del libro. Está plagado de reflexiones, Marías no pierde la ocasión de demorarse en cualquier detalle y se recrea en sus aciertos expresivos repitiéndolos varias veces.
En mi opinión donde flojea un poco la novela es en el segundo volumen. Me dio la impresión de que las reflexiones eran menos pertinentes, algunas bastante pesadas, reiterativas, y el episodio de la noche en la discoteca me pareció inflado en exceso y carente, salvo al principio, de mucho interés. Por todo ello, el segundo libro me pareció algo menos sólido que el primero.
El tercero, por otra parte, arranca de forma magistral, a la altura de los mejores momentos de la novela. Hay un momento de tensión interesante: Deza tiene que interpretar a un tipo, y su compañera, cuyo padre debe dinero a ese hombre, le pide que mienta en un rasgo muy concreto para favorecer a su padre, en concreto acerca de su cobardía.
Pero no me extiendo más. Para mí ha sido un placer leer este libro, aunque en algunas partes la lectura se ha tornado agridulce: humildemente opino que le sobran páginas. Pero creo que merece la pena, al menos leer el primer volumen (luego ya si uno alcanza la página doscientas y se queda frío pues a otra cosa, por suerte existen distintos tipos de lectores).

17 comentarios:

  1. Interesante reseña. Marías es, junto con Muñoz Molina, dos de mis eternos pendientes. Bien es cierto que leí "Mañana en la batalla piensa en mí" y no me disgustó, vamos, que me sirvió para hacerme una idea de su estilo (que sí que me gustó, pero no sé por qué no recuerdo como fantástico aquél libro). Así que tomo nota.

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  2. Hummm yo tengo muchas ganas de leer esta trilogía. Sólo he leído "Mañana en la batalla piensa en mí" (como la hierba roja, jaja), que me gustó muchísimo (al contrario que a ella). También es una divagación del autor a partir de un hilo argumental, pero es que se queda uno con la sensación de haber leído algo insuperable, verdad?
    Mi chico ya leyó Tu rostro mañana y lo recomienda sin dudar. Yo de momento tengo primero pendiente Corazón tan blanco, al que también tengo muchas ganas y estaba esperando a acabar los exámenes para ponerme con él.

    Saludos!

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  3. Lahierbaroja: Pues a ver si te pones con Muñoz Molina, lo normal es que merezca la pena. Se diría que Marías y Muñoz Molina son dos de los mejores escritores nacidos en España en los años cincuenta, si no los mejores, aunque igual me dejo algún nombre en el tintero. El libro que citas no lo he leído, pero es uno de los que tenía en mente para seguir con el autor.

    Isi: Vaya, qué coincidencia, las dos habéis leído el mismo libro de Marías. "Corazón tan blanco" lo empecé a leer en el instituto, pero la verdad es que cuando iba por la mitad tuve que dejarlo porque se acababa el curso y tenía que devolverlo a la biblioteca, pero me estaba gustando bastante. Así que el único de Marías que he leído es éste (o éstos, más bien) y la verdad es que durante muchos momentos he disfrutado de lo lindo con ellos, todo eso de los espías intérpretes de vidas da un toque de misterio que le sienta muy bien a Marías.

    Saludos y gracias a las dos por comentar :)

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  4. Hola Jesús, gracias por pasarte por mi blog, me he estado dando una vuelta por aquí y me han gustado mucho los contenidos que tienes, prometo volver! De Marías he leído sólo Corazón tan blanco, pero me apunto tu recomendación, ya que aquel me gustó mucho y me gustaría volver a repetir con él. Un saludo!

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  5. Gracias por dejarte caer, también yo pienso seguir el tuyo.

    "Corazón tan blanco" tengo que leerlo, antes o después.

    Saludos!

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  6. Suena muy bien y los fragmentos del link que pusiste están muy buenos, sobre todo el de Berlusconi. Ya está incluido en mi lista de lecturas!

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  7. Me alegro de que te haya interesado, Camila!

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  8. Marías es tan sublime como abominable. A veces me deslumbra y a veces me aburre soberanamente. El primer tomo de la trilogía me maravilló en todos los aspectos; el segundo me pareció un pestiño mortal. El tercero lo compré en bolsillo y de vez en cuando le echo un vistazo con aprensión. En todo caso, aunque a veces uno no lo soporte creo que en sus buenos momentos posiblemente sea el mejor o de los mejores escritores vivos españoles. Contradictorio, no?

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  9. Te entiendo perfectamente, parece que aquí coincidimos: el primero muy bueno, el segundo menos soportable... A ver si te arrancas con el tercero. Disfruté al principio, aunque después, cuando vuelve Deza a Madrid, se vuelve a estancar un poco, en mi opinión. Me resulta curioso que un autor tan bueno despierte sensaciones tan contradictorias, también a mí me ocurre lo mismo.

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  10. Tengo esta trilogía pendiente, Marías me parece lo más grande que se publica en España. Gracias

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  11. La verdad es que merece la pena leerla. Me alegra que aparezcas por aquí, gracias a ti por pasarte.

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  12. Anónimo5/2/11 21:16

    Yo leí "Todas las almas", y me enamoré -literaria, no literalmente- de Marías, me pareció un escritorazo. Y me lancé a por "Tu rostro mañana". La calidad no sólo seguía allí, había aumentado. Pero no pude con él, no lo terminé. Quizás no era el momento; quizás me anime a intentarlo otra vez en breve, pues estoy releyendo Todas las Almas. Un saludo, y gracias por unirte a mi blog

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  13. Pues a ver si te animas a terminarlo. A mí me pasó más o menos lo mismo, leí el primero, la mitad del segundo y lo dejé, hasta que unos años después me ha dado por terminarlo. Ha merecido la pena. Quizá el primero fue el que más me gustó, aunque también puede ser que me impactara más por leerlo a una edad más temprana, no sé. Gracias a ti por pasarte por aquí, espero que encuentres cosas de tu interés.

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  14. Hola Jesús. Agradezco tu reseña, y el intercambio posterior con tus seguidores. Me consuela saber que la sensación bifronte que me produce también le sucede a otros. Tengo dos libros suyos de artículos y ensayos, donde su prosa y sus ideas en general me gustan. Y digo esto porque cuando habla de sus propios libros (son reseñas que escribió para editoriales y revistas) me choca un poco. Me da la impresión (no le conozco, ni de la tele) de tener un ego demasiado grande, de escribir desde una pose, de congratularse y regodearse en su prosa hasta el punto de hacerla densa y con pretensión de erudita.
    Cuando he leído Corazón tan blanco me ha dado esta impresión también. Talento le sobra, él es conciente de ello, pero debería -a mi gusto- economizar para llegar a más calidad.
    Bueno, es mi opinión de lector de dos libros suyos. Te dejo un saludo

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  15. Muchas gracias por dejar tu opinión, me ha resultado muy interesante. Parece que coincidís en cuanto a estas sensaciones contradictorias que despierta a veces Marías, sin negar en ningun caso que tenga un gran talento. Coincido especialmente en eso que comentas de que se regodea en su prosa, en "Tu rostro mañana" también tuve esa impresión, es a lo que me refiero en la entrada cuando escribo que "se recrea en sus aciertos expresivos repitiéndolos varias veces". Un saludo y gracias por seguir el blog.

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  16. Marías, es un magnífico escritor, eso nadie lo contradice, pero su egocentrismo le pierde hasta el extremo que su calidad, se esfuma por su verborrea anacrónica. Tiene un forma reiterada de analizar sus propias frases.

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    1. Hola, Manuel. Tengo entendido que en las firmas de libros Marías no es muy agradable que digamos con los lectores, pero soy de los que opina que es un gran escritor, sobre todo en "Tu rostro mañana" y "Corazón tan blanco".

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