Os presento hoy un tipo de libro que no suele abundar mucho
por este blog. Se trata de una novela de corte juvenil escrita por Cristina Monteoliva, a la que quizá conozcáis por su faceta de reseñista en La
biblioteca imaginaria, web que dirigió durante cinco años y en la que
personalmente colaboré, y, en la actualidad, en La orilla de las letras. Como
escritora, esta es su primera novela publicada. Aunque hubo alguna editorial
interesada, la publicación de Elías… finalmente no se concretó y, una vez
agotada la paciencia, Cristina Monteoliva se lanzó a un proceso de
microfinanciación que terminó de forma satisfactoria y
permitió la publicación de esta novela en septiembre de este mismo año.
Elías, el protagonista, es un niño un poco solitario, al que
no le gustan los videojuegos ni el fútbol, que a la vuelta de una excursión
escolar, cuando el autobús en el que viajan sufre una avería, conoce en una
extraña feria a un hombre metamorfoseado en pez que le cuenta la historia de
cuando era hombre. El niño se lo lleva a casa en la mochila, dentro de la bolsa
del bocadillo llena de agua, y ese será el inicio de su aventura. Un libro en
el que encontramos un cóctel de peripecias, fantasía, toques de magia e
información sobre lugares y personajes típicamente granadinos. Una historia
ágil, con mucho diálogo, pocas descripciones -las estrictamente pertinentes- y
una intriga que se resuelve en las páginas finales. Huele a comienzo de una saga.
En cuanto a la edad a la que va dirigida, yo diría que entre
nueve y trece años (que la autora me corrija si ve esto). Espero también que,
si el libro se vuelve a editar, puedan ser corregidas las erratas.
Por lo pronto, se han tirado cuatrocientos ejemplares y ya hay bastantes niños que están conociendo a Elías. Si alguien está interesado en adquirirlo, puede
ponerse en contacto con ella (crismonteoliva@hotmail.com).
No terminaré sin mencionar, para los que paséis por la zona, que la autora y su
marido Giuseppe acaban de abrir un café-librería en Granada, Namasté Coffee&Books, que también podéis visitar (en un ejercicio de contención de
mi lado chocolatero, no hablaré del cruasán con Nutella que te sirven).
Yo prometo entonces no hablar del gofre.
ResponderEliminarFíjate que cuando lo leí no pensé en que podría ser el comienzo de una saga...
Por edad me pilla un poco lejos, jeje.
ResponderEliminarTe deseo unas muy felices fiestas, Jesús. Felices de verdad.
Besos,
La hierba roja: El gofre caerá -espero- en la próxima visita. Besos.
ResponderEliminarCarmen: Lo mismo para ti, Carmen, de corazón. Besos.