04 octubre 2016

Leer



"Las obras de los grandes poetas no han sido leídas por la humanidad, pues sólo los grandes poetas pueden leerlas. Han sido leídas como la multitud lee las estrellas, a los sumo astrológica, no astronómicamente. La mayoría de los hombres ha aprendido a leer para servir a una ínfima conveniencia, así como ha aprendido a calcular para llevar las cuentas y que no la engañen en el negocio; pero poco o nada sabe de la lectura como un noble ejercicio intelectual; sin embargo, leer, en un sentido superior, no es lo que nos arrulla como un lujo y deja que se duerman entretanto las facultades más nobles, sino sólo lo que nos mantiene en vilo para leer, con devoción, en las horas más alertas y despejadas."


Henry David Thoreau, Walden (1854), traducción de Javier Alcoriza y Antonio Lastra, Editorial Cátedra.

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