El propio Perec advierte en las palabras preliminares al libro de algo que habrá comprobado cualquiera que haya tratado de contarle a alguien un sueño. Qué difícil es relatarlo sin traicionarlo, qué poco probable que consigamos transmitir a otra persona la atmósfera tan subjetiva en la que nos veíamos envueltos, comunicar cómo era nuestra percepción de las cosas en ese confuso terreno de lo onírico.
Como habréis supuesto, La cámara oscura va de sueños. Reacio a lo convencional, a Perec le gusta el riesgo. De modo que se lanza sin dudarlo a este experimento. No es raro que Juan Bonilla diga de él: “Para Perec lo simpático no era correr, sino inventarse los obstáculos que había que esquivar”. Igual que una vez decidió escribir una historia sin una sola e, vocal más usual en francés, en esta ocasión se propuso relatar, traducir o transcribir un total de ciento veinticuatro sueños.
Y hay que decir que a veces consigue superar esos obstáculos de los que hablaba Juan Bonilla, como en este caso:
"Sueño
Ella está junto a mí
Me digo que estoy soñando
Pero la presión de su mano contra mi mano me parece
demasiado fuerte
Me despierto
Está sin lugar a dudas junto a mí
Loca felicidad
Enciendo
La luz brilla una centésima de segundo y después se
apaga
(una bombilla que estalla)
La abrazo
(me despierto: estoy solo)"
Sin embargo, son pocos los sueños que me han transmitido algo, no puedo decir otra cosa: la mayoría me ha dejado frío, no me parecen de un gran valor literario. Basta asomarse a un par de libros del francés para darse cuenta de que estamos ante un autor versátil, imaginativo e inclasificable. Por eso uno se alegra de que Impedimenta esté rescatando libros suyos. Sin embargo, La cámara oscura no sería el libro del francés que yo recomendaría. Valoración: 2/5
Otros libros del autor en este blog:
-Un hombre que duerme.
Otros libros del autor en este blog:
-Un hombre que duerme.
No, finalmente no me llamó la atención el libro. Así que no creo que lo lea.
ResponderEliminar¡Saludos!
Como cuento en la entrada, me parece un autor interesante. Un libro suyo que sí me gustó fue "Un hombre que duerme", relacionado con el Bartleby de Herman Melville. Saludos, Pablo.
ResponderEliminarCon lo bien que empezaba la reseña y lo mal que acaba... Vaya, tenía buena pinta la idea del argumento. Una pena.
ResponderEliminarSuele pasarme que cuando me encuentro ante un autor bastante experimental, puedo reconocer su valía en la forma, pero difícilmente creo la conexión emocional necesaria para decir que un libro me ha gustado.
ResponderEliminarPerèc siempre me ha olído a eso por eso nunca he leído nada de él.
Little bye!
Atram14: Sí, igual ha quedado un poco rara la entrada. No he dado muchos motivos pero lo cierto es que muy pocos me han llegado. Así que yo no me compraría el libro. Un saludo.
ResponderEliminarEscala reducida: A mí “Un hombre que duerme” sí me gustó, lo que pasa es que aquí, al ser sueños, una cosa tan íntima como los sueños, me parece que a veces es difícil que a los demás nos transmita algo. También me gustaría leer al menos “La vida instrucciones de uso”. Saludos!