Las relaciones entre un padre y un hijo son tema recurrente
en las letras universales. No son pocos los autores, contemporáneos o no, que
han centrado su mirada en el tema. La
isla, del italiano de origen judío Giani Stuparich, es otro de esos
ejemplos.
Nos encontramos con un padre que, en el ocaso de sus días,
siente la “necesidad sentimental” de pasar un tiempo, quizá por última vez, en
su isla natal. Le ha sido diagnosticado un tumor y es consciente de que su
tiempo se agota, así que pide a su hijo que abandone la montaña y lo acompañe
en este regreso al encuentro con su pasado. Stuparich intenta comunicar esa
tristeza melancólica de una vida que termina, de alguien que sabe que no le
queda mucho tiempo por vivir. Entre chapuzones, tardes tranquilas de pesca y
alguna conversación sobre nada en particular, porque la mera compañía del hijo
ya lo significa todo, transmite cierta emoción por las cosas sencillas, la
conciencia de la fugacidad de la vida.
Una breve lectura pausada en la que asistimos a estos días
finales de un anciano a la búsqueda de sí mismo en un lugar propicio para el
recuerdo. La novela creo que no me ha dejado un gran poso, pero comparto aquí
mi lectura por si a alguien le interesa. A los de Babelia les encantó. Y a
Vila-Matas.
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-Tiempo de vida, de Marcos Giralt Torrente.
Pues yo me fío de tu criterio, Jesús.
ResponderEliminarFeliz domingo!! Besos,
Que libro tan maravilloso, recuerdo que no pude reprimir las lágrimas con algunos párrafos, por cierto acabo de leer La guerra del 15, del mismo autor.
ResponderEliminarBuenas tardes Jesús
Hablando de relaciones padre e hijo acabo de terminar Sukkwan Island. Este que nos traes se ve que va por otros derroteros completamente, puede ser interesante :) Un abrazo
ResponderEliminarTomo nota Jesús, viniendo de ti, la recomendación no debe ser rechazable. Un saludo.
ResponderEliminarfdo: tu paisano Ramón.
Hace un par de años que leí y reseñé en mi blog esta novela. Por desgracia, la honestidad de Stuparich en este libro es muy loable como cronista pero no como novelista. Ese pellizco que el lector desea recibir, nunca se da en esta historia.
ResponderEliminarSi que es un tema recurrente pero si sigue funcionando por algo será, apunto tu propuesta me gusta mucho la literatura italiana y me ha recordado mucho a Erri de Luca al que conocí hace poco, supongo que al ser ambos escritores italianos, la ambientación marinera, el tema de padres e hijos... Un abrazo
ResponderEliminarCarmen: Gracias, Carmen, es un libro muy corto pero no me llegó a calar mucho, la verdad. Un saludo.
ResponderEliminarMadison: Veo que a ti te llegó más que a mí. La verdad es que no conseguí encontrarle el punto, pero me alegro de que lo disfrutaras. No sé si repetiré con el autor. Saludos.
Yossi Barzilai: Pues estaba pensando en leer Sukkwan Island, la verdad. Pero por lo que he leído en las reseñas, no se parecen mucho estos dos libros. Un saludo.
Ramón: Si te fijas en el último párrafo, este no lo recomiendo. Aunque hay gente a la que le gusta mucho, a mí no me dijo gran cosa. A ver si coincidimos y nos tomamos algo, Ramón. Un saludo.
Arrecogiendobellotas: Parece que coincidimos en que no nos despertó gran entusiasmo, aunque algo tendrá el libro cuando a algunos les gusta tanto. Eso sí, tiene la ventaja de ser corto, así que no se pierde mucho leyéndolo. Saludos.
Carol: Muy bien. Ya ves que aunque a mí no me convenció mucho a otros les encanta. Como es corto, no se pierde mucho probando. Supongo que el tema es de esos clásicos y universales que se seguirán tratando por los siglos de los siglos. Un abrazo.
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