Juan Jacinto Muñoz Rengel (que no hace mucho publicó El asesino hipocondríaco) se encarga de
la edición de esta antología de cuentos que hace unos meses vio la luz en Páginas
de Espuma y que los aficionados al relato corto agradecerán. Abre el volumen (aunque
me consta que algunos soléis leerlas al final) una introducción, atractiva por
su planteamiento y desarrollo (“Viaje al centro de la mente de José María
Merino”) tras la que encontramos los cuentos propiamente dichos, ordenados
según la fecha de publicación de los libros a los que originariamente
pertenecen. Cerrando el libro, encontramos una entrevista (también a cargo de
Muñoz Rengel) en la que el académico José María Merino, entre otras cosas,
menciona las posibilidades del cuento corto como instrumento para la animación
a la lectura de los jóvenes.
Muchos de los cuentos de La
realidad quebradiza (un título que celebro, me parece certero y atractivo)
se adscriben al género fantástico. En “La casa de los portales” un grupo de
colegiales ven su ciudad durante unas horas de una manera que no podrán olvidar
nunca. En “Las palabras del mundo” un profesor universitario empieza a sufrir
un extraño trastorno que le lleva a descomponer en sonidos las palabras que oye
hasta el punto de ser incapaz de comprender su significado y que le suenen como
el agua de un arroyo. Se trata del profesor Souto, personaje recurrente en la
obra del leonés que aparece en varios de los textos de esta antología. “El
viajero perdido”, uno de mis preferidos, nos recuerda que debemos tener cuidado
con lo que imaginamos porque podría hacerse realidad. “El viaje inexplicable”
nos sitúa en un tiempo futuro en el que los libros han desaparecido y es todo un
elogio de la lectura. La mayoría de los cuentos son de extensión media, si bien
encontramos un apartado de minicuentos en el que aparecen dieciocho microtextos
(nanocuentos, creo que los llama Merino, y proliferan en su anterior libro La glorieta de los fugitivos).
Desde luego hay relatos mejores y otros no tan buenos para mi gusto, pero en general el libro da muestras de imaginación, de la fragilidad de
lo real y la fantasía que se cuela entre los intersticios de lo cotidiano. La
prosa es ágil y cuidada. Supongo que es fácil decirlo a toro pasado, pero se
percibe que el autor ha escrito literatura juvenil. El terreno onírico también
está presente a lo largo del libro.
La realidad quebradiza
constituye el segundo volumen de la colección “Vivir del cuento”, iniciada con El pez volador de Hipólito G. Navarro,
autor cortazariano que desde aquí no desperdiciamos la ocasión de recomendar.
Muy interesante. Pinta muy bien y me gusta el relato corto pero tengo lagunas y no conozco a este autor, es la primera vez que leo sobre él.Me apunto el libro para conocerlo. Siempre que vengo me voy cargado jajja. un abrazo
ResponderEliminarBueno, que conste que yo también estoy atento a tus recomendaciones. Un abrazo.
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