Estrómboli (Impedimenta, 2016) es el cuarto libro de cuentos de Jon Bilbao. Los tres primeros (Como una historia de terror, Bajo el influjo del cometa y Física familiar) los publicó Salto de Página, y a este que nos ocupa le ha sucedido, también en Impedimenta, El silencio y los crujidos (2018).
Componen el libro ocho relatos de entre 24 y 47 páginas. El primero, "Crónica distanciada de mi último verano", arranca con una frase con bastante gancho: "Llevábamos dos semanas en Reno cuando sorprendí al motorista con la nariz metida en las bragas de mi novia". El desarrollo del conflicto no decae hasta un final abierto, no concluyente, que cesa en pleno clímax. Me parece un gran relato, que explora temas como las relaciones de pareja o la irrupción de la violencia en una vida común.
El segundo, "El peso de tu hijo en oro", también un gran cuento, podríamos decir que trata del distanciamiento de dos amigos a raíz de una tragedia (la muerte de un hijo), de la posibilidad de redención/expiación y del sentimiento de culpa. De nuevo una buena exposición y desarrollo del conflicto y una gran hondura en lo narrado. Trasfondo que no he conseguido encontrar, en cambio, en el tercero, "Siempre hay algo peor", que vuelve a ser efectivo y muy entretenido, y que consigue mantener la atención del lector durante toda la narración, que transcurre en Estados Unidos. Se trata de una historia de género, no sé si podría calificarse como serie B, un relato de intriga bien llevado, acaso el más jolivudiense del conjunto.
Tanto en el cuarto como en el quinto he perdido el interés, no sé si debido a problemas míos de atención o a la inferior calidad de los relatos, tal vez una cosa vaya ligada a la otra. El caso es que el sexto, "Avicularia avicularia", me ha vuelto a reconciliar con el libro. Un hombre decide acudir a un espectacular programa de televisión con el objetivo de reflotar su situación económica. Allí se ve obligado a comerse una araña, odioso animalillo al que le tenía una acusada fobia en la infancia. Lo más interesante de la historia no estriba en si gana o no el concurso, en saber si el hombre se come o no la araña (dato que por otra parte el autor brinda por anticipado, sin mayor suspense), sino en lo que ocurre después. El séptimo, "El castigo más deseado", tiene un desarrollo lento y una escena final muy lograda. Se desarrolla en Nueva Zelanda, y en su momento climático convergen un día de pesca que cobra tintes bastante peligrosos, por la presencia de tiburones, y un instante crucial en el devenir de una amistad, con la muerte de un hijo de nuevo como trasfondo. Un relato, otra vez, muy conseguido. El octavo, junto con el cuarto y el quinto, me ha parecido de los más flojos. Es el que da título al libro, y tiene lugar en la italiana isla de Estrómboli. La película de Rossellini protagonizada por Ingrid Bergman se menciona en una historia de amores cruzados que sabe a poco.
El estilo de los relatos se caracteriza por una cuidada sencillez, con no muchos recursos literarios, por lo que a veces uno echa en falta más fuego verbal, aunque las tramas por lo general parecen muy bien concebidas y se advierte a un autor experimentado. Diríamos que se palpa una concepción del relato similar a la de John Cheever o a la expresada en Koundara, de David Pérez Vega, y más alejada de otro escritor que también me gusta, Eloy Tizón, en cuya obra cuentística encontramos una mayor carga poética, lírica, más peso estilístico, si bien con tramas más difusas.
Primer libro que leo de Jon Bilbao y, como varios relatos los he encontrado muy buenos, supongo que no será el último del autor al que me acerque. Muy bonita la edición de Impedimenta, como por otra parte suele ser habitual.
OK!
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