No quisiera extenderme mucho. Simplemente invitar a que la veáis los que aún no lo hayáis hecho. Mary and Max (2009), del australiano Adam Elliot, me parece una de esas joyas que se encuentran a veces en el panorama de la animación. Una hermosa historia de amistad por correspondencia entre una niña australiana y un (¿cuarentón?) neoyorquino obeso sin amigos. Imaginativa, triste, inteligente... Magnífica, no pierde interés a lo largo de sus ochenta y ocho minutos de metraje. Definitivamente, me seduce la animación en plastilina. Dejo el tráiler, aunque esté en inglés.