Woody Allen continúa su paseo por esa Europa que lo admira y
en esta ocasión le ha tocado el turno a la capital gala. El resultado, Midnight in Paris (2011), vuelve a dar muestras del encanto del
neoyorquino. En mi opinión, desde Match
Point (2005) no veíamos a Woody Allen en tan buena forma. Parece que así se
lo han reconocido también los académicos de Hollywood, habiéndole otorgado
cuatro nominaciones (entre ellas a mejor película y mejor director) y el Oscar
al mejor guión original. Pese a todo, como toda película del director desde hace más de una
década, Midnight in Paris no se libra
de ser cuestionada: hay quien dice que cae en el cliché, pero mucho más tópica
era, para mí, Vicky Cristina Barcelona (2008),
posiblemente la peor película de Allen que he visto. Algunas voces lo señalan
como un autor en evidente decadencia, supongo que, al igual que los seres
nostálgicos que pululan por la película que nos ocupa, porque consideran que
cualquier tiempo pasado fue mejor.
En este caso Woody Allen se descuelga con una película
amena, que al menos a mí sólo por el cartel ya me llama la atención con ese
aire a La noche estrellada. En la cinta, el personaje encarnado por Owen Wilson se nos presenta como
un nostálgico del París de los años veinte, de la vida bohemia y soñadora de
los artistas. Se trata de un escritor fascinado por la imagen de París, ciudad
en la que le gustaría vivir y por la que pasea ojeando librerías de viejo y
discos de Col Porter. En el polo opuesto está su novia, interpretada por Rachel
McAdams, algo pija ella, que resulta un ejemplo de pragmatismo y detesta la
acusada tendencia a lo sentimental que observa en su prometido. El contraste entre ambos está presente desde el inicio.
De nuevo
encontramos el típico protagonista álter ego del
director, ese característico personaje que a menudo tartamudea, es ingenioso y
siempre lleva encima algún que otro bote de pastillas. En este caso verá su
sueño cumplido mediante un viaje en el tiempo que lo llevará a los años veinte
que tanto admira, de modo que podrá conocer e intercambiar impresiones con Hemingway, Scott Fitzgerald, Salvador
Dalí, Gertrude Stein, Buñuel o Picasso.
Entre el reparto destacan, entre otros, Marion Cotillard y
un Adrien Brody que, en la piel de Dalí, protagoniza algún momento bastante
cómico. Carla Bruni tiene una breve aparición, más bien anecdótica. Destacables
también los monólogos de Hemingway y esa reflexión de la película sobre la
nostalgia y las idealizadas edades doradas. Una comedia romántica con un final amable,
con encanto, que sí, lo sé, he tardado demasiado tiempo en ver. Pero me alegro de que los
académicos la hayan tenido en cuenta en sus premios. La próxima parada de
Woody, que como sabéis sale a película por año, será Roma.
Seguro que vosotros la habéis visto. ¿Qué os parece? ¿Y Woody Allen en general?
Pues yo la AMO pero eso ya lo sabes :D
ResponderEliminarY estoy de acuerdo, Vicky Cristina Barcelona me parece bastante más llena de tópicos que ésta. Yo aquí no los veo, o los veo muy difuminados... Lo único de lo que creo que pueden acusarle en esta película y de hecho, leí algún comentario en esa dirección, es de hacer una especie de campaña publicitaria de París... ¡Pero no creo que París necesite más publicidad! :D
Bueno, eso, que me encanta esta peli. Y sus actores. Y la estética. Y su banda sonora. Y ese sublime DALÍIII (leer con acento catalán jaja).
¡Un beso!
Hola :)
ResponderEliminarYo también creo que "Midnight in Paris" es la mejor película de Woody Allen desde "Match Point", de hecho, estoy de acuerdo en todo lo que dices. Me quedo con los monólogos de Hemingway. En cuanto a "Vicky Crstina Barcelona" creo que simplemente sobra de la filmografía de Allen.
Rinocerontes! En general, pienso que tiene films muy buenos y algunos cuentos desopilantes. Pero últimamente me sabe a bajas calorías-sin sal-liviano. Entretenido. Sin embargo es gracioso pensar en estos tan admirados artistas como en seres bastante infantiles, caprichosos, demasiado intensos, o casi intolerables. Humanos, a pesar de la caricatura. Y, si un auto te pasara a buscar para llevarte al pasado, Jesús, ¿adónde te bajarías?
ResponderEliminarQue estés bien.
Analía.
Laura: Pues sí, lo de la campaña publicitaria también lo pensé con "Vicky Cristina..." y ese recurso de la voz en off tan de andar por casa. No parece de Woody Allen, lo único salvable para mí es la interpretación de Penélope. Y en cuanto a esta, las bandas sonoras jazzísticas de Woody suelen gustarme. Quizá te gusta tanto la película porque compartes esa nostalgia por los años veinte del protagonista, o tal vez no, sólo hago una suposición. Lo que sí te digo es que sigas con Woody Allen, si conectas con su humor hay cosas que te pueden gustar mucho. Besos.
ResponderEliminarYossi Barzilai: Cuando uno ve "Vicky Cristina" casi que acaba por pensar como los que dicen que debería esperar más entre película y película para que la calidad no se resienta, pero no sé, a mí casi todas sus películas me caen, cuanto menos, simpáticas. Gracias por comentar.
Analía: Jeje. Uf, difícil, tendría que pensarlo. Creo que no tengo nostalgia de ninguna época en especial, la verdad. Un abrazo.
Ah, igual podía ser por curiosidad, interés. La nostalgia no trae nada bueno, creo. Hard candy debe ser mas impresionante para los hombres que para las mujeres... porque hay algo en ese tipo de mujer ojo por ojo diente por diente, como Lizbeth Salander que nos gusta tanto...
ResponderEliminarBesos. Adiós adiós!
Analía
Pues sí, supongo que siendo hombre "Hard Candy" se sufre más, uno se encoge pensando en el dolor que producirían ciertos castigos, nuestra imaginación aviva el drama.
ResponderEliminarPrimero, me declaro fan total y absoluto de Allen. Dicho esto, tambien afirmo que esta peli es de lo mejorcito de la última década del maestro. Sin embargo, me está empezando a pasar como con Auster. Quizás menos peliculas (o libros), y algo más de trabajo ayudarían a no terminar teniendo la sensación que ya sólo están en el negocio por dinero o, lo que sería aún peor, por pura inercia o rutina.
ResponderEliminarParece que coincidimos en el entusiasmo hacia Woody Allen en general y hacia esta película en particular dentro de las últimas que ha hecho. Puede que si distanciase un poco más sus estrenos ganase en calidad, pero a lo mejor nos equivocamos al pensar eso. Supongo que es difícil saberlo. Estoy de acuerdo en que Auster hace ya tiempo que ha perdido fuelle, y ahora ya publica casi cualquier cosa. Al menos él mismo reconoce que sus libros más importantes ya los escribió.
ResponderEliminarSaludos.
La película es muy disfrutable sin duda, por la música, la historia, la fotografía. Todo sale mejor que a pedir de boca incluso. Un buen comienzo para redescubrir a Woody Allen que a pesar de que tiene cosas que no gustan, hace una película cada año, y algo te tendrá que gustar. Un placer visitar este blog.
ResponderEliminarGracias por dejar tu opinión, voy a visitar tu blog. Saludos.
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