"Y ya que hablamos de aburrimiento, una vez agotada la colección de novelas policiales que había conseguido y después de meterme en otras lecturas aburridas, volví a doña Rosa [Chacel]. Estoy en los tramos finales de su espantoso libro. No puedo simplemente abandonarlo, por respeto a tan maravillosa escritora y también porque, a pesar de la torpeza con que está construido, muchas de sus partes, consideradas aisladamente, tienen joyas muy valiosas de observación, perspicacia, lógica, sabiduría y uso ejemplar del lenguaje. El error mayúsculo es la concepción misma de la novela, seguramente una necesidad de doña Rosa de ponerse a tono con alguna moda, ya que en sus apuntes autobiográficos nunca ocultó el hecho de su necesidad de hacerse conocer y de ocupar un lugar en las letras españolas; creía ingenuamente que bastaba con el mérito, desconociendo que en la carrera literaria, como en toda carrera, todo es mayormente cuestión de política, o de mafia."
Mario Levrero (1940-2004), La novela luminosa.
Hola Jesús:
ResponderEliminar¿Estás leyendo La novela luminosa? Me encanta este libro.
Creo que cerca del párrafo que has escogido se encuentra el comentario sobre el artículo de internet que había sacado Levrero de Rosa Chacel firmado por el "gran periodista" Federico Jiménez Losantos. Inesperado encuentro de este libro.
saludos
Jajaja, me has arrancado una buena carcajada. Sí, como sabes me gusta Levrero y lo estoy leyendo. Me quedan unas cien páginas para terminar y fue un momento chocante el de la aparición de Federico.
ResponderEliminarUn saludo, David.