Aparezco por aquí para recomendar este documental de 2012 ganador del Oscar y bastante de moda en este momento dentro de ciertos círculos, por lo que algunos de vosotros ya lo habréis visto. Como ahora mismo no tengo ninguna gana de escribir, copio la sinopsis que dan en Filmaffinity, que me parece bastante válida:
“A finales de los años 60, un misterioso músico fue
descubierto en un bar de Detroit por dos productores que quedaron prendados de
sus melodías conmovedoras y de sus letras proféticas. Grabaron dos discos que
ellos creían que situarían al artista como uno de los más grandes de su
generación. Sin embargo, el éxito nunca llegó. De hecho, el cantante
desapareció en la oscuridad en medio de rumores sobre su horripilante suicidio
encima del escenario. Mientras la figura del artista se perdía en el olvido,
uno de sus vinilos llegó a la Sudáfrica del Apartheid, multiplicándose por todo
el país en grabaciones piratas, y durante las dos siguientes décadas Rodríguez
se fue convirtiendo en un fenómeno, en un icono de la libertad y el
"anti-establishment". Mucho tiempo después, dos fans sudafricanos se
empeñaron en averiguar qué pasó realmente con su héroe. Su investigación los
condujo a una historia aún más extraordinaria sobre el mito del artista
conocido como "Rodríguez". Esta es una película sobre la esperanza,
la inspiración y el poder de la música.”
Y con esto casi termino el texto de la entrada, en la que
más allá del lucimiento o de una demostración de mi exquisita capacidad de análisis, lo que se pretende es decir algo así como: vi
esta película, me gustó, y la comparto aquí por si a alguien que no la
conociera le interesa. Una curiosa historia, conmovedora y entrañable, la que cuenta esta coproducción entre Suecia y Reino Unido. Y un
descubrimiento este Rodríguez, tanto en lo musical como en lo personal. Dejo
tráiler.
Y por supuesto, hay que prestarle unos minutos de atención a su banda sonora.
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