28 noviembre 2011

El último encuentro


“Uno siempre responde con su vida entera a las preguntas más importantes. No importa lo que diga, no importa con qué palabras y con qué argumentos trate de defenderse. Al final, al final de todo, uno responde a todas las preguntas con los hechos de su vida: a las preguntas que el mundo le ha hecho una y otra vez. Las preguntas son éstas: ¿Quién eres?... ¿Qué has querido de verdad?... ¿Qué has sabido de verdad?... ¿A qué has sido fiel o infiel?... ¿Con qué y con quién te has comportado con valentía o con cobardía?... Éstas son las preguntas. Uno responde como puede, diciendo la verdad o mintiendo: eso no importa. Lo que sí importa es que uno al final responde con su vida entera.”

“Quizás lo estoy contando con demasiados detalles -dice para disculparse-. Pero no se puede hacer de otra manera: sólo a través de los detalles podemos comprender lo esencial, así lo he experimentado yo, en los libros y en la vida. Es preciso conocer todos los detalles, porque nunca sabemos cuál puede ser importante, ni cuándo una palabra puede esclarecer un hecho.”

“A veces pienso que la amistad es la relación más intensa de la vida… y que por eso se presenta en tan pocas ocasiones. ¿Qué se esconde detrás de la amistad? ¿Simpatía? (…) ¿Habrá tal vez cierto erotismo en el fondo de cada relación humana? Aquí, en mi soledad, en mis bosques, al tratar de comprender los múltiples aspectos de la vida, puesto que no tenía otra cosa que hacer, algunas veces lo he llegado a pensar. (…) Al erotismo de la amistad no le hace falta el cuerpo… no le es atractivo, resulta incluso inútil. Sin embargo, no deja de ser erotismo. En el fondo de todo amor, de todo cariño, de toda relación humana late el erotismo.”

“Y de la misma forma que sólo las personas del mismo grupo sanguíneo pueden ayudarse en los momentos de peligro, al donar su sangre a alguien que pertenece al mismo grupo, el alma humana sólo puede ayudar a otra alma humana si no es distinta, si sus puntos de vista, sus convicciones y su realidad secreta son parecidos…”

“¿Qué se puede preguntar con palabras? ¿Qué valor tienen las respuestas que se dan con palabras y no con la veracidad de la vida humana?... Muy poco -dice, totalmente convencido-. Son muy pocas las personas cuyas palabras concuerdan con su existencia. Cuando eso sucede, se produce una de las maravillas más raras de la vida.”

“Al fin y al cabo, el mundo no importa nada. Sólo importa lo que queda en nuestros corazones.”

Gracias a Camila Bordamalo por la recomendación.

10 comentarios:

  1. Me gustan todos los fragmentos que has seleccionado, pero el último me ha encantado

    ResponderEliminar
  2. Me lo lei hace unos años. La prosa de Márai, tan austera y fría, me impactó tremendamente. Te recomiendo de este mismo autor La herencia de Eszter..
    Besines,

    ResponderEliminar
  3. Qué maravilla de libro!!
    Nadie como Marai a la hora de describir

    ResponderEliminar
  4. Tatty: Glad you like it :)

    Carmen: Gracias por la recomendación, Carmen. También me ha llamado la atención "La mujer justa". En cualquier caso, seguiré leyendo a Márai. Besos!


    madison: Es bueno, sí. Es el primero que leo del autor, así que seguramente repetiré. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. No he leído nada del autor, pero los fragmentos que has elegido son bastante majetes =)
    Buscaré.

    Besotesss

    ResponderEliminar
  6. Como digo, yo es el primero suyo que leo, pero me parece un autor interesante. Besos.

    ResponderEliminar
  7. A mí también me gustó, aunque como pega le pongo cierto efectismo teatral (que no me molesta como texto, pero sí para leerlo como novela). También he leído La herencia de Eszter, bastante interesante. De paso me has recordado subirlo a mi estantería!

    ResponderEliminar
  8. A mí también se me pasó por la cabeza lo de la teatralidad, la novela se desarrolla prácticamente en un lugar, a lo largo de un rato y en un diálogo que en realidad es un largo monólogo. Es todo muy estático. Probaré con otros libros suyos, a ver qué tal.

    ResponderEliminar
  9. Leí hace poco Memorias de un Burgués y Tierra Tierra, son dos tomos autobiográficos. Buenísimos, la herencia de Esther también es bueno. Otro autor húngaro que vale la pena y a quien Márai siempre admiró es Kosztolányi.

    ResponderEliminar
  10. Lo tendré en cuenta, no recuerdo haber oído ese nombre. He intentado buscar "Trastorno" de Bernhard, pero parece difícil de encontrar, no sé si está descatalogado o qué pasará.

    ResponderEliminar